El lunes 25de enero el presidente Andrés Manuel López Obrador, realizó una llamada con su similar de la Federación Rusa, Vladimir Putin, y, como nos informan, fue una plática “cordial y exitosa”; en la llamada se acordó el envío a México de 24 millones de la vacuna Sputnik V a la brevedad.
¿Por qué resalto esta nota? Por el hecho de que si la pandemia se hubiera suscitado en las décadas anteriores, éste acuerdo sería imposible de realizar.
Cuando el mercado mundial se inclinó a políticas liberales y que esto conllevó a entrar a una economía globalizada, los lazos comerciales entre diferentes países se agudizaron tanto que si un país tiene un problema económico afecta a otros.
En el caso de México y Estados Unidos, la dependencia del primero hacía al segundo es mayor, el 90 % del comercio internacional es con ellos, eso nos pone en una situación que históricamente México tiene que acatar las políticas del país del Norte.
En nuestro mundo globalizado, un efecto secundario es que se regionalizó el mundo y en pocas palabras era Estados Unidos con la Unión Europea contra países asiáticos y contra los que no tenían las mismas prácticas económicas que ellos.
No logro imaginar que un presidente de México en los años 90’s o a principio del siglo realizara una llamada a Rusia, ¿se imaginan el coraje que los Estados Unidos y la reprimenda que se le haría a México? Tenemos que acordarnos que una de las máximas de Estados Unidos es “estás conmigo o eres mi enemigo”.
¿Por qué ahora es diferente? Porque los países que no están con el bloque azul han aprendido a jugar con sus reglas y eso ha provocado que políticamente y ante la vista de la población no han podido apaciguar y se han convertido en un bloque fuerte, sólido y competitivo.
De parte del bloque azul, su principal representante (E.U.A) ha cambiado sus políticas alejándolo de sus principales aliados y creando una polarización y división interna que les ha costado trabajo seguir con paso firme provocando que se alejen de los escenarios internacionales y se concentren en lo interno.
Por otro lado, en México el presidente cuenta con un mayor porcentaje de aprobación que no ha tenido precedente en el país. Esto provoca que las decisiones son respaldadas por un gran número de la población dándole una solides como nunca antes vista.
Podemos discutir si la vacuna es buena o no, pero lo que no quería pasar de alto, es que el país poco a poco ha ganado una independencia en políticas internacionales que no se había visto desde la época de Lázaro Cárdenas.