Querétaro Independiente (QI), proyecto prostituido desde su concepción, dijo adiós a la escena política queretana.
El Instituto Electoral del Estado de Querétaro (IEEQ) declaró la pérdida del registro como partido político local, al no obtener el tres por ciento de la votación para conservarlo.
A pesar que la encargada del local, María Concepción Herrera Martínez, juraba y perjuraba que los tribunales electorales le darían la razón, no solo conservando el registro, sino aumentando su porcentaje de votación a casi el 25 por ciento.
Algunos le creyeron cándidamente; otros, de forma socarrona, la escuchaban para después burlarse de ella en lo privado.
Principalmente, de forma mitómana, presumía tener amarres con el hoy gobernador Mauricio Kuri. Presumía que si perdía el registro, le darían el Instituto Queretano de la Mujer.
Eso solo existía en su mente.
Un partido que se recordará por las declaraciones de María Concepción Herrera Martínez, en cuanto que gracias a las uniones gays la humanidad desaparecería.
O en programa de radio por internet declaró que QI es un partido conservador, más que el PAN.
Ya ni que decir de su vocación de traicionar, cuando trató de darles albazo a los verdaderos dueños del partido con una asamblea espuria, que terminó en manifestaciones en su contra, culpando Herrera Martínez a Mauricio Kuri de estar detrás de las protestas en su contra.
Meses después, de forma excecrable, presumió que no se había equivocado en apoyar las candidaturas de Mauricio Kuri y Luis Bernardo Nava, a la gubernatura y a la alcaldía de Querétaro, respectivamente.
Cosas de la coyuntura política, dirán algunos.
Sin embargo, haciendo alegres cuentas, gracias a las prerrogativas del partido y las partidas que tuvo María Concepción Herrera Martínez como diputada plurinominal, en el Congreso Local, manejó en tres años, alrededor de 30 millones de pesos.
¿Resultado? Cada voto que obtuvo el pasado 6 de junio, costó mil 276.05 pesos.
Democracia nada barata.
Pero no quedará así la cosa: María Concepción Herrera Martínez ya presumió, en su vocación mitómana, que en 2024 volverá con otro partido político local. Que tiene amarres -de nuevo vocifera- con Mauricio Kuri y con Luis Bernardo Nava.
Mejor dicho, buscará nuevos cándidos que le aporten efectivo y recursos materiales para un proyecto que, de nuevo, está prostituido desde su concepción.
Eso si, sus cercanos tendrán que aguantar la letanía de que ella pasó a la historia como líder del primer partido político local en Querétaro.
Hasta, de forma chusca, preveen que sus tarjetas de presentación serán con la siguiente leyenda: “Connie Herrera. Ex presidenta y ex diputada del primer partido político local del Estado de Querétaro”.
Ahora vivirá del pasado, el infierno del político mediocre.
Un partido que nada aportó a la historia social del estado. Ya no está en el basurero de la historia, sino de las ocurrencias de la chunga política queretana.
PD. Hago una pausa en sinpermisoqro.mx. Agradezco a José Luis Camargo R., Director General y entrañable amigo, por lo aprendido y lo que sigo aprendiendo con sus consejos, regaños y dislates. Los caminos se bifurcan.
Gracias por sus mensajes e interés hacía mi persona en mi nuevo derrotero.
Aquí andamos.