En este acto asumimos un gran compromiso con el pueblo queretano. El 2 de junio resultó ser un mandato claro de sus ciudadanos a un Legislativo desacreditado y sin legado, vergonzosamente sumiso a un Ejecutivo extraviado.
Celebramos el triunfo, no de un partido, sino de una causa, la causa de la democracia, donde la izquierda avanza, 10 de 15 distritos locales. El PAN se convirtió en minoría.
36 millones de votantes no se equivocan, han hablado fuerte, le han otorgado a la Dra. Claudia Sheinbaum, un mandato específico de continuar con el estado de bienestar. Hoy cerramos filas con la Presidenta en cuanto reformas sean necesarias, así como hubo la del Poder Judicial, habrá también aquí la de revocación de mandato.
Hoy interpretamos los nuevos tiempos, no ha sido fácil, nos manejamos con la verdad frente al pueblo por más frustrante que fuera. Ninguna mentira vive para siempre y el pueblo ha votado. Guste o no, la Cuarta Transformación llegó a Querétaro.
Son los ciudadanos los que nos han traído hoy aquí, nos debemos a ellos; somos sus representantes populares. El honrar nuestro cargo, dependerá en mucho de evitar las desigualdades, actuando sin traicionar la confianza depositada. No tenemos derecho a fallarles.
El relato de esta Legislatura no depende de ninguno de nosotros solos, ni de algunos de nosotros, sino de todos nosotros. Mucho nos han pedido lleguemos con disposición al diálogo, a la construcción de acuerdos, sin embargo no fue lo que se dio en la pasada Legislatura, la imposición irracional fue la norma.
Ocuparon el mayoriteo arrogante y soberbio como el recurso ciego a la superioridad numérica, que se utiliza como un mazo para acallar la discusión. La constante fue que por sobre el debate o la consulta ciudadana, imperó la sinrazón. Ocuparon la máxima de un “vencer para convencer”, en lugar de “convencer para vencer”.
Aquí debieran de converger ideas y propuestas, sin embargo la arrogancia persiste, debiera haber consensos y acuerdos con equilibrio, poniendo por delante el interés del pueblo, de no ser así, ejerceremos nuestro voto, sin titubeos, sin tibiezas, de frente, con la claridad, con la firmeza y responsabilidad de Estado que implica darle a los queretanos esperanza y bienestar.
Esa mayoría se despidió con una serie de abusos legislativos. El procedimiento para nombrar Fiscal Anticorrupción fue alterado, se nombró un Fiscal General carnal, se reformó la Constitución y la Ley Orgánica de este Poder, todo después de la elección. Mal mensaje, denigraron la política y dieron cause a la politiquería. Hacen pensar que algo se oculta, que hay necesidad de un mayor control, que existe miedo al cambio o peor aún, que se busca impunidad.
Adelantaron jubilaciones de Magistrados y no hubo pluralidad en los nuevos, ignoraron el voto de la sociedad, la agraviaron una vez más, afortunadamente la Reforma Judicial dará pauta para enderezar el rumbo, habrá aquí Magistrados y Jueces electos por el pueblo.
La desesperación hizo presa de sus ambiciones, nombramientos y más nombramientos, como dice la consigna popular, se aferraron al hueso, no quieren dejar de mamar del erario, cuando el pueblo les ha dicho ¡basta!
No entienden que estamos viviendo el mayor momento de la politización del ciudadano, muy a pesar de las voces que afirman que se difamó al gobierno, les decimos que es imposible engañar al pueblo, porque hoy existe una conciencia social y política muy bien definida por los electores. Nosotros sí entendemos que nuestro compromiso es mucho mayor, el de mantener la más amplia, plural y cotidiana relación con el pueblo.
La anterior Legislatura colocó a un Querétaro injusto, sin reglas justas. Los temas fueron visibilizados en la campaña e igualmente ignorados: derechos humanos, agua, seguridad, movilidad, transporte público, la municipalización de Santa Rosa y de Vizarrón, a las que nos comprometemos a impulsar con fuerza.
Este Congreso no solo será el contrapeso del Ejecutivo, es un Poder dentro de la división de poderes y por ello nuestro compromiso es que seremos eficientes fiscalizadores y auditores del gasto público. Ni comparsas, ni acuerdos en lo oscurito.
Es claro que ni tenemos el mejor transporte público del mundo, ni tampoco llega el agua al 100% de los queretanos, por ello discrepamos. Mientras exista restricción y privatización, tendrán en la vía de regreso una respuesta firme y categórica. La incondicionalidad para construir dependerá de una política hídrica inclusiva que llegue a todos, sin represiones, ni amenazas de por medio.
Bajo esa óptica, debemos todos asumir que el pueblo votó en favor de un viraje en la política económica y social que haga posible la mejora en comunidades, barrios y colonias de nuestros municipios. De ser cautos con las finanzas, de justificar con creces las obras y de no imponer nuevos impuestos que deterioran las finanzas personales de cada familia.
Un Estado que año con año continúa gastando más dinero en obras insulsas, que en programas u obras sociales, se aproxima a su inminente derrota. El maquillaje a la 5 de Febrero es prueba de ello, el que quiera entender, que acuse recibo.
Los diputados no hacen obra, ni ejercen recursos para la mejora directa de las grandes necesidades que nos aquejan. Tenemos atribuciones suficientes, de carácter presupuestal, fiscal y legislativo, para enderezar el rumbo de esa política.
Cada desacuerdo no tiene por qué ser la causa de una guerra total. Mostremos a todos que somos capaces de edificar y construir poniendo por delante la razón y el Derecho. Que nada se imponga por la fuerza, solo así abonaremos todos a un Querétaro con bienestar.