¿Qué dos menuditas féminas andan más atareadas que el gordo barbón vestido de rojo, repartiendo promesas?
¿Mismas que difícilmente podrán cumplir, pero su desenfrenada ambición las lleva a seducir, políticamente, a incautos?
¿Una de ellas es la niña bonita de las ruinas tricolores?
¿Entre exmilitantes del partido encabezado por Paul Ospital, se preguntan si ya fueron invitados por la legisladora a incorporarse a su proyecto para el 21?
¿María Alemán responde cuando se pone en duda la viabilidad de su candidatura a la alcaldía queretana, que si los azules retienen el Centro Cínico, quienes se sumen a su proyecto, tendrán trabajo los siguientes tres años?
¿Qué acuerdos ha tejido con Gris Bernardo Nada?
¿Además de que se le asignó en el pasado reciente un cajón de estacionamiento en el edificio municipal?
¿Además de utilizar el elevador privado a la oficina del cachorro de quienes algún día fueron «los duros» del panismo?
¿Otra María, está Concepción Herrera Martínez, reparte candidaturas como estampitas a espaldas del dueño del zumbadero político color morado?
¿Por cierto, Concha Herrera dejo hambrientos a focas que usurpan la profesión periodística el pasado miércoles?
¿Los chantaperiodistas feisbukeros atiborraron la terraza del 1810, esperando desayunar y la saqueadora del Querétaro (in) dependiente no les invitó siquiera un vaso de agua?
¿Solamente usó el lugar para berrear barrabasadas, y consumir unos cuantos desayunos para ella y dos o tres vasallos?
¿Ahora sí se extingue su fugaz luz?
¿Cierto es que en plena pandemia reabrió el antro llamado El Puerto, por el rumbo del Campo Militar?
¿Este lugar, abierto las 24 horas, conocido por que ahí se ejerce la prostitución y se distribuye droga, sirve para financiar campañas color azul?
Son preguntas… no’más.