Contra lo que pregonaron sus malquerientes y desean sus detractores, el anterior líder de Morena, Mauricio Ruiz Olaes, sigue vigente no solo en la política local, sino en las grandes ligas.
Vicepresidente de la Asociación Nacional de Legisladores Locales de la 4T, Mauricio Ruiz nunca ha estado muerto políticamente.
Es un hombre que en poco tiempo ha escalado posiciones en su vida política.
Tampoco usurpó función alguna.
El consejero nacional queretano, ha mantenido un perfil bajo, obedeciendo a su olfato político y dando el espacio a su sucesora, Rufina Benítez Estrada.
Sin aspavientos, Ruiz Olaes ha operado políticamente, tejiendo fino.
Tiene trazada su ruta.
Como muchos otros, tiene aspiraciones, que no ambiciones, legítimas.
Se convierte en factor de decisión para lo que viene.
Su cercanía lograda a base de trabajo y resultados con quienes mandan en Morena, se traduce en confianza en su persona.
Su opinión va a pesar cuando haya que decidir candidaturas.
En 2024, pues.
El mismo si el tema de paridad se lo permite, podría ser quien abandere a Morena en la disputa por la capital.
En política reza un dicho: si crees que tu adversario está muerto, verifica su tumba todos los días.
Empero, Mauricio nunca ha estado caído, siquiera.
Nunca muerto ni de parranda, simplemente en lo suyo.