Lapsus de María Concepción Herrera, la llevan al abismo

La caída al abismo se produce por la soberbia y desmesura del ignorante.

Es la temporada que los excesos se cobran y caro.

Es la historia de la inminente caída al abismo.

Se empecinó en ser nombrada presidenta de la mesa directiva de la Legislatura de Querétaro.

Llamadas, mensajes, citas, todo lo habido y por haber para joder a quienes la pusieron al frente de Querétaro (In)dependiente para ser representante del Poder Legislativo.

Quería demostrar a todos quien podía ejecutar las órdenes de quién en verdad decide.

La muy mentada diputada 13 o legisladora bisagra vendió bien que puede hacer la diferencia.

Hartos de sus peroratas, le dieron la presidencia de la Mesa Directiva.

Hubo voces de sus pares señalando que no la creían la más capacitada y la más cuerda. “Es un riesgo que ponerla ahí”, advertían.

“Que se hagan responsable de sus locuras sus jefes”, respondían los que ejecutaron la orden de entronarla.

Fue nombrada presidenta de la Mesa Directiva.

María Concepción Herrera Martínez, diputada de Querétaro (In)dependiente, durante más de ocho meses representó al Poder Legislativo.

Por supuesto, quién manda prefirió darle esa representatividad a un partido paraestatal que, a Morena, la segunda fuerza local.

Se sentía soñada.

Se creía en la plenitud del pinche poder, citando a un clásico del folclor político mexicano, Fidel Herrera, ex gobernador veracruzano.

En cascada vinieron las quejas por su forma de conducir los destinos del Congreso queretano.

Llamadas a deshoras por ocurrencias, peticiones ridículas, prepotencia con los empleados, entre otras.

Invitó a Santiago Nieto Castillo a que diera una conferencia magistral en la Legislatura.

La regañaron y la pararon en seco.

Tuvo que recular y desinvitar a zar anticorrupción del Gobierno Federal.

Pretendió cambiar a directores de área para poner incondicionales y favoritos.

La pararon en seco y la reprendieron.

Llegó la pandemia y los primeros contagiados de COVID-19.

“¡No digan nada! ¡No quiero que se sepa que hay contagiados para no pasar a la historia como la Legislatura que tuvo personal enfermo!”, bramaba pensando en su ego, no en los demás.

Fue irresponsable en el manejo del tema.

Al lamentablemente fallecimiento de un trabajador -que se supo días antes a través del sindicato del gobierno del estado- respondió que apenas se enteró del contagio de uno de los trabajadores.

Ante todo, guardar las apariencias y pasar a la historia es su premisa. Pero no sabe si pasará a los anales del folcklor o de la ignominia.

Fue quien recibió al gobernador Francisco Domínguez Servién como representante del Poder Legislativo.

Se sentía única, en la plenitud del pinche poder.

Nada más.

Se olvidó a quien le debía todo lo que en ese momento era.

Se sentía impune e intocable.

La policía ministerial cateó el domicilio de un familiar donde hubo detenidos y se confiaron drogas.

Buscó la manera de demandar a Sin Permiso, único medio informativo que publicó esa nota.

Estaba muy echada pa’delante, cuando le hicieron la siguiente observación: “El medio se basa en un tweet de la Fiscalía Estatal y todo mundo sabe de quien es la casa, ¿vas a decirle a la Fiscalía que su comunicado es una mentira?”.

Resignada, dejó por la paz el asunto.

Muchos se sintieron aliviados cuando dejó la presidencia de la Mesa Directiva.

Lo que no deja en el baúl es tener el control absoluto del partido.

Ha tratado, burdamente, de madrugar cambiando consejeros o estatutos y dos veces la cacharon en la movida.

Estaba con todo recorriendo el estado, buscando candidatos por la libre, prometiéndoles el oro y el moro a cambio de ser sus candidatos.

“Tengo que hacerlo así, porque la construcción del partido me costó millones de pesos y tengo que recuperarlos”, dice a los incautos, confirmado estos dichos por tres testigos.

Hace unas semanas, intentó hacer una asamblea en lo oscurito para cambiar estatutos y tener el control de Querétaro Independiente.

Sus patrones pecaron de confiados. Por poco y se sale con la suya.

Pero contrarrestaron el intento de asonada con una manifestación, tronando la asamblea.

Vale la pena destacar que usó recursos del Poder Legislativo para un evento meramente partidista.

Desesperada porque no le salió la jugada, culpó a Mauricio Kuri, senador y pre candidato del PAN a la gubernatura, de ser quien estaba detrás del desmán.

Sus patrones trinaban de coraje.

Podrían entender las jugadas políticas, pero no dejan pasar las traiciones.

Estaban advertidos que los traicionaría y por poco le sale la chicanada.

Desesperada, llamó a tres números y nunca le contestaron; mandó tres mensajes de whatsapp y la dejaron en visto. Era para explicar su traición.

Un día después le mandaron un emisario para decirle que tenía que reunirse con uno de sus patrones.

Trató de explicarl las razones de su traición y ni siquiera fue escuchada.

Simplemente así.

La pusieron en su lugar y buena dosis de ubicación en la realidad.

Quedó claro que las candidaturas no pasarán por ella, sino por sus patrones de acuerdo a sus conveniencias, no las de ella.

A regañadientes tuvo que aceptar que trató de chamaquearlos y que no volvería a pasar.

Pero ya no es persona de confianza. Pasó de ser una diputada de ocurrencias a vulgar ambiciosa que repta para traicionar.

Desesperada por no amarrar acuerdos con potenciales candidatos, trató de traspasarlos.

Un líder partidista confió que María Concepción Herrera le mandó un emisario para pasarle a sus candidatos.

“Lo escuché, pero ni loco voy a tomar en serio su propuesta. Ni tampoco voy a tomarme la foto con ella, no me vaya a contagiar”, dijo.

Desesperada por tener reflectores, buscar protagonismo y congraciarse con sus patrones, se acercó a Kiko para ofrecerle la candidatura a gobernador.

Cuando lo anunció, pareció buena puntada.

Pero Querétaro fue nota nacional, pero para la burla.

A los dueños del partido no les pareció graciosa la ocurrencia. “No somos circo”, sentenciaron.

La volvieron a regañar.

Trató de juntar adeptos, cobijo con amigos, enemigos y extraños para hacer un frente.

Lo más benigno, fue tirarla de a loca.

Se quedó sola.

Los poderes fácticos ya no confían en ella, por traicionera.

Este fin de semana recibió una llamada. El emisario fue breve y contundente: “Querétaro Independiente va con Mauricio Kuri. Anúncialo”. Colgó.

Ayer informó, sola, sin bombo y platillo, la adhesión de Querétaro Independiente a la candidatura de Mauricio Kuri.

Pero ya no es tolerada por el poder, por traidora.

Marie Concepción Herrera Martínez va en franca caída libre por el abismo.

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