El día de ayer la promotora de servicios de salud de la secretaría de la juventud precisa que la Fiscalía General del Estado notifico de 44 suicidios de jóvenes en el primer semestre del año en comparación con el año pasado que se habían reportado 22 suicidios de personas jóvenes.
En palabras de la funcionaria, estamos ante un incremento del 50 por ciento de suicidios en el sector juvenil.
Esta noticia la leía en el marco del Día Internacional de la Juventud, como parte de este sector me preocupa y al mismo tiempo es un llamado a las autoridades estatales y municipales, a los representantes populares a revisar y plantear políticas con perspectiva de juventud. Pues a pesar de que en México los jóvenes representan el 24.6 por ciento de la población general; más de 30 millones de jóvenes (observatorio de la juventud Iberoamericana, 2019), aún existen temas que se tienen que abordar, dado que el gobierno federal inicio el trabajo atendiendo demandas juveniles, es por ello, que tenemos programas como: Becas Benito Juárez y jóvenes construyendo el futuro.
Sin embrago se tiene que seguir impulsando políticas sistemáticas e integrales; que aborden el ser joven desde una perspectiva bio-psico-social, porque en esta etapa de la vida se toman decisiones de transcendencia personal y social.
Mientras que en el estado de Querétaro hay 747 mil 932 jóvenes entre los 10 y 29 años de edad, es decir, las juventudes representan el 37 por ciento de la población queretana, según datos del PRODEJUQ, 2019.
En este mismo diagnostico que hizo el instituto de la juventud se encontró que el 24 por ciento de los jóvenes indicaron que el tema de adicciones es una de las temáticas que más importa, el 23 por ciento la falta de oportunidades laborales y con un 22 la falta de oportunidades educativas.
Ante estas cifras que presentan en el programa estatal para el desarrollo integral de la juventud queretana se abre un panorama en el que se tiene que trabajar; los suicidios, las adicciones, los embarazos adolescentes, el desempleo juvenil, las desapariciones de mujeres jóvenes en el estado, la discriminación laboral y la falta de confianza en las
instituciones por parte
de las juventudes.
Es un reto para las juventudes contribuir en el cambio de construcción
de políticas incluyentes.