Cuando escucho sobre la lucha a favor del feminismo y de las mujeres por los mismos espacios y oportunidades que a los hombres, me hace recordar a Marx con la lucha de clases “La mujer se ha convertido en parte activa de nuestra producción social. Alguien que sepa algo de historia sabe que son imposibles las transformaciones sociales importantes sin la agitación entre las mujeres”.
Quisiera analizar el tema dejando de lado la cuestión de seguridad; hacer un análisis desde una perspectiva económica, política y social.
Vemos en la actualidad que cada vez es más fuerte el movimiento feminista pero, ¿por que se está dando?
Por el mismo motivo que se da una lucha, que te digan que todo está bien pero tú sabes que no es así, que todo está mal y que el hecho de que se trate de hacer invisible no quiere decir que no exista.
Es la frustración de saber que si pasa algo pero no se haga nada.
Ahí inicia la lucha y no sólo feminista, también social.
El sistema económico que nos rige, ha vuelto a muchos sectores invisibles y desaparecido a otros.
Resucitado de la máxima del sistema económico: tú eres mientras más produces y más tengas, el que no tenga las mismas fuerzas es el sector débil de la sociedad y del sistema económico por lo que está fuera de el.
Esto provoca el desplazamiento de la mujer a un segundo término y que su valor e importancia no sean tomados en cuenta.
Pero no sólo le pasa a las mujeres. En su momento le pasó a la clase obrera y a personas con discapacidad.
Creo que la lucha no es contra nosotros mismos, no es una lucha de mujer contra el hombre o viceversa, la verdadera lucha es contra el sistema.
Dejemos de lado la creencia de un bien común que termina siendo privatizador, y volvámonos a una lucha de un bien social.
Se tiene que alzar la voz y levantar la mano, las mujeres ya lo hicieron, toca al resto de la sociedad hacerlo, que el movimiento feminista sea la punta de la flecha hacia una verdadera justicia social, que la lucha feminista sea la lucha de muchas causas.