Hace una semana, el reportero, José Luis Camargo R. dio a conocer el descontento de los empleados de la Legislatura queretana con el actuar frívolo y ladino de la presidenta de la Mesa Directiva, María Concepción Herrera Martínez, quién sintiéndose poseedora de la verdad absoluta y abusa de un poder que solo es prestado, pero cree suyo.
Ella, además de tratar colocar a su gente en puestos de trabajo, quitándoselo a otros que llevan años laborando, nada más por ocurrencias de quedar bien, mirando la paja en el ojo ajeno pero no viendo la viga del propio.
No solo becó con plazas a sus hijos Chirstopher y Chistian Servín Herrera, en un cínico acto de nepotismo.
Concha Herrera amenazó con despedir, «por órdenes de Pancho», -decía- a aquel trabajador que revelara la existencia de siquiera presuntos casos de contagiados de Covid-19.
Hace horas murió un trabajador de la Legislatura por COVID-19.
Una desgracia.
La diputada María Concepción Herrera Martínez, del partido paraestatal Querétaro Independiente y presidenta de la Mesa Directiva de la LIX Legislatura de Querétaro, primero negó que hubiera casos de COVID-19.
El seis de julio aseguró en medios que no había casos de COVID-19.
El finado fue hospitalizado desde el 30 de junio.
Le informaron que había indicios de coronavirus.
Le valió y prefirió guardar las apariencias, para seguir simulando.
Eso sí, publicando en redes sociales mensajes, casi todos con su imagen alardeando medidas de seguridad.
Seguía jugando a que no pasaba nada.
La semana pasada el Sindicato de los Trabajadores al Servicio del Estado dio a conocer los nombres de los contagiados.
María Concepción Herrera, en su mundo de caramelo y que es la diputada non plus ultra, hizo oídos sordos.
Ayer, lunes 13 de julio, murió uno de los hospitalizados.
El otro está luchando.
Y decenas más con aparentes síntomas de haberse contagiado.
En sus declaraciones, siguió en la necia de negar que conociera casos de COVID-19.
Dijo que apenas el 11 de julio supo que estaba hospitalizado.
Justo cuando cuál diva celebraba su cumpleaños.
Es pertinente aclararlo: no responsabilizo a la legisladora de su muerte.
Empero, ha actuado de forma frívola e irresponsable.
Le vale madres la vida de los trabajadores al ocultar a los enfermos y exigiendo simular un ambiente cuasi celestial que no existe, salvo en su cabeza.
Una persona con dignidad, pediría licencia como diputada por tamaña irresponsabilidad.
Pero ha demostrado María Concepción Herrera, que es cualquier cosa, menos una persona con dignidad y con valores.