La Cumbre de los Three Amigos

Homero Barrera

México, Estados Unidos y Canadá tienen en la mira transitar en esta cumbre como un exitoso bloque y un ejemplo para los demás países del mundo: tienen en sus planes aprovecharla al máximo llevando a cabo compromisos y negociaciones para trabajar juntos, asegurando la competencia y el liderazgo de Norteamérica y buscando el intercambio que beneficie a su gente y a sus economías.

Desgraciadamente, en los últimos 60 años no todo ha sido cooperación y ganas de trabajar juntos, pues hay que recordar que la última vez que se llevó a cabo un cambio histórico fundamental fue al término de la Segunda Guerra Mundial, cuando el entonces Presidente John F. Kennedy propuso un programa de ayuda económica y social para la región, denominado Alianza para el Progreso; éste se propuso para mejorar las condiciones sanitarias, ampliar el acceso a la educación y la vivienda, controlar la inflación, e incrementar la productividad agrícola mediante la Reforma Agraria.

Este programa sólo duró 10 años, pero la inversión de los más de 10,000 millones de dólares (al día de hoy serían cerca de 82,000 millones de dólares) fue una suma nada despreciable; muy al contrario, lo que el Presidente Kennedy quiso lograr es lo que hoy quiere lograr el Presidente Mexicano: cerrar la brecha a la desigualdad y a la falta de oportunidades que viven la mayoría de los que estamos de este lado del Río Bravo; y para esto, el pasado lunes en su reunión bilateral con el mandatario Estadounidense utilizó una frase en la quiso comprometer a su homólogo a terminar con el olvido y el abandono en el que ha estado este territorio en cuanto a la cooperación con los americanos, de la siguiente manera: “Presidente Biden, usted tiene la llave para abrir y mejorar sustancialmente las relaciones entre todos los países del continente americano”.

En ese sentido, el Presidente Andres Manuel ha lanzado la primer pregunta: ¿Por qué no podemos producir en América lo que consumimos?. Esto ha sonado a un reto constructivo en la reunión inaugural ante su homólogo de los Estados Unidos; el objetivo del presidente es claro y calculador, sabe que actualmente en México hay la suficiente fuerza de trabajo joven, desarrollo tecnológico, riqueza en recursos naturales y demanda del mercado, sólo por mencionar algunas de las bondades del territorio y la sociedad, ya que el consumo percápita en América es de 18,100 dólares anuales contra los 4,400 dólares percápita en Asia.

Por otro lado, es importante ver dentro de la comitiva del Primer Ministro Canadiense que lo acompaña la Ministra del Comercio y la Pequeña Empresa, ya que desde el año pasado, en la cumbre que se llevó a cabo en el año 2021, se ha venido promoviendo la importancia de que los países de América apuesten e incentiven la creación y el impulso a la pequeña y la mediana empresa; apuesta que desde hace muchos años el Gobierno Canadiense ha adoptado con un éxito tal, que actualmente en Canadá el 99% de las empresas son pequeñas y medianas.

Sin embargo, será interesante ver en el trascurrir de las semanas, lo que se refiere al tema insignia entre México y Canadá, como lo es el tema energético; ya que la Ministra de Comercio Mary Ng expresó este pasado lunes a la Secretaria de Economía de Mexico, Raquel Buennrostro, la preocupación de las autoridades canadienses por las reformas al sector energético mexicano.

Mas allá de las preocupaciones, retos, negociaciones y acuerdos de esta cumbre, lo que mas resaltó fueron los gestos, abrazos, la unión, los buenos deseos, y sobre todo la esperanza de poder llevar a cabo esta nueva etapa de Éxito y Tranformación para las naciones que encabezan estos Three Amigos.

Y usted, ¿Qué opina?

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