Kuri, el todopoderoso

Imaginemos que un boxeador gozaba de su mejor forma física hace tres años y ganó todas las peleas, se preparó para ser campeón y así, logró el campeonato, nadie opuso resistencia.

Nadie le hizo sombra, se rodeó de los mejores entrenadores.

Además, sus rivales no pasaban el mejor momento.

Se convirtió en el campeón peso por peso.

Producto de esos triunfos, comenzó a descuidarse: no entrenaba con la dedicación de antes; se iba de juerga; peleaba con “bultos”; no escuchaba a sus entrenadores y se rodeó de serviles que lo alababan con tal de sacarle dinero.

¿Resultado? Después de tres años de errores, excesos y pelear con “bultos”, se enfrentó con un novel pugilista con hambre de triunfar. Después de tres rounds, el retador le ganó por KO al campeón.

En lugar de reconocer el triunfo de su rival, lo minimizó, no aceptó sus errores y siguió con su estilo de vida.

Su retador, supuestamente a modo, le dio un jab que lo tiró; se temía una golpiza, pero el promotor de la pelea paró la pelea para salvarlo de la humillación.

Por primera vez entendió no estaba en condiciones, reconoció que se engañó y lo engañaron. Estaba muy mal y el médico deportivo le recomendó un coma inducido, para poderse recuperar, aunque se teme que el daño estaba hecho y ya no podría ser el campeón peso por peso.

Similar a Mauricio Kuri, gobernador de Querétaro: ganó de forma contundente; ningún candidato le hizo cosquillas; la forma tan holgada como ganó, creyó que tenía carta blanca para hacer lo que quisiera, pasando por encima a las y los ciudadanos; minimizó la ola de Morena y casi se ahoga; no reconoció que la derrota electoral fue por el enojo de los queretanos y se las cobró en las urnas; el abucheo que sufrió el pasado domingo 21 de julio -que se quedó congelado en el presídium porque nunca creyó que pasaría por tal humillación, rescatándolo Claudia Sheinbaum y el presidente López Obrador- fue un golpe a la mandíbula.

Tan errado estaba, que envío a su sparring (Carlos Alcaraz) -como maniobra de distracción- para golpear a pesos completos del morenismo como Santiago Nieto y Gilberto Herrera. Terminó con los ojos morados.

Ahí entendió que ya no cuenta con las condiciones para gobernar como lo hizo los primeros tres años. Descubrió que Morena no se prestará a negociaciones en lo oscurito; que la Legislatura dejará de ser Oficialía de Partes del Ejecutivo, siendo real contrapeso de las decisiones de Kuri.

Le vendieron la idea de un Morena con el “que se puede dialogar”, que respetaría su investidura. Pero el domingo Kuri entendió que el pueblo queretano ya descubrió el sagrado derecho de increpar a sus gobernantes y él, lo comprobó.

Pero ya no tiene el control del Congreso Local y, ante esto, tenía que aplicar un coma inducido para poder salvar algunas posiciones.

El arresto al subsecretario de Seguridad Ciudadana, junto con otros dos colaboradores por presuntos actos de corrupción, por parte de la Fiscalía, creó el perfecto coma inducido.

Con habilidad ajedrecística, se creó una crisis entre los órganos de seguridad, Fiscalía y la secretaría de Seguridad Ciudadana, en presunto enfrentamiento.

Dejaron correr la versión que el gobernador le pidió al Fiscal Alejandro Echeverría que soltara a los imputados, este no se quiso prestar a la simulación y prefirió renunciar a su encargo.

En comunicado del Congreso del Estado de Querétaro, informaron que renunció Alejandro Echeverría como Fiscal y, apurarán el nombramiento de un nuevo fiscal para que cumpla con lo que resta del encargo -nueve meses-.

Pero, el coma inducido es para cirugía mayor: fast track la Comisión de Puntos Constitucionales cambiará la Constitución local, para que, en lugar de nombrar a un interino, de una vez nombren al nuevo Fiscal que tendrá el encargo por los próximos nueve años (2024-2033).

Aprobado en comisiones, se hará fast track por la todavía mayoría panista en Sesión de Pleno.

Después, el gobernador Mauricio Kuri propondrá una terna para que, también rápidamente y sin guardar las formas, los evalúen en pantomima de Parlamento Abierto y, en Sesión de Pleno, aprueben el nuevo nombramiento del Fiscal, aprovechando todavía la todavía mayoría panista y aliados.

Los rebotes del escarnio que sufrió el gobernador de Querétaro todavía siguen. Parece que ya entendió, pero en lugar de usar la política para los consensos con Morena, principalmente para una mayor armonía en beneficio del estado, usa el poco tiempo que le queda como todopoderoso, para acaparar impunidad.

Por desgracia, todavía no quiere salir completamente de su burbuja.

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