La guerra sucia en tiempos electorales adquiere nuevos rostros.
A las estrategias del rumor, las pintas, volantes y periodicazos, entre otras, cobran fuerza las encuestas patito y los sondeos de escritorio y mesas cantineras y de café.
Es el caso del membrete Tr3s Analítica, que sin ser conocido su origen y desde las cañerías alborota el gallinero en Corregidora.
Esta pone en primer lugar de preferencias ciudadanas para la alcaldía a Juan Carlos Espinosa Larracoechea, por encima del senador Gilberto Herrera Ruiz.
Y el gallinero moreno se alborotó.
La facción de puros de inmediato alzó la voz.
Rechazan lo que no existe: la aspiración de Espinosa.
De no ser Herrera el candidato, deslizan la posibilidad de que el fundador de Morena, consejero estatal, nacional y representante del partido ante el IEEQ, Nicolás Rico Bañuelos, sea su abanderado.
Esta encuesta patito despide un tufo a estiércol.
Quien la subió a redes sociales y la mandó a medios, busca crear confusión.
Busca, y lo logró a medias, meter ruido en Morena.
A esta acción, se suma la visita a domicilios de militantes morenos, en la que hay una sola pregunta: ¿a quien quiere como candidato para alcalde, a la regidora Domitila Lira o al senador Gilberto Herrera?
Lo importante no es ¿quién pompó? sino ¿quién paga?
¿Quién o quiénes se benefician con una polarización de posturas encontradas en las filas de la 4T?