En el Naranjo, Cadereyta, las actividades cotidianas tenían que acabarse con el último rayo de sol. La comunidad no se conformó y trabajamos de la mano para superar las dificultades del terreno de esa zona y así logramos instalar la electricidad en la escuela de la comunidad. Con ello, además, facilitamos las condiciones para que las familias también puedan tener acceso a este servicio básico en sus casas.
Asimismo, con la electricidad fue posible conectar la escuela a la red de Internet, con el propósito de fortalecer las actividades académicas con contenidos digitales que las niñas y niños estudian en una pantalla que han recibido en donación.
Enhorabuena por las transformaciones que la comunidad está logrando en su entorno y mi agradecimiento al alcalde de San Joaquín, Carlos Manuel Ledesma y a la regidora de Morena, Guadalupe Ledesma, por habernos acompañado a esta comunidad muy cercana a su municipio.