Los acontecimientos sucedidos en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) la semana pasada, fueron de lo sublime a lo patibulario.
De Paul Ospital Carrera anunciando con bombo y platillo que estaban a la alza en preferencia electoral.
De filtraciones que Juan José Ruiz Rodríguez estaba con un pie en la carcel por presuntas demandas penales.
De peleas en redes sociales defendiendo a unos y a otros.
La resolución del Tribunal Electoral del Estado de Querétaro (TEEQ), revirtiendo la destitución de Juan José Ruiz como presidente del PRI.
Además, dejando sin efecto todos los nombramientos que hizo la nueva dirigencia.
Silencio de un Comité Estatal que fue borrado en un dos por tres, como interlocutor válido.
Juan José Ruiz y sus huestes, sonriendo.
Un comunicado nocturno explicando que el popular “Juanjo” no puede retomar la presidencia porque está expulsado del PRI.
No hay en estrados electrónicos del instituto político que soporten este comunicado.
Blindan las instalaciones del PRI estatal por si quería Juan José Ruiz hacer la visita, ejerciendo lo que el TEEQ determinó.
Un comunicado dominguero acusando al Tribunal Electoral Estatal de actuar de forma parcial y hasta con consigna.
Que acudirán al Senado de la República para exhibir a los magistrados por su proceder.
Será interesante que acusen a la hermana del Zar Anticorrupción, Santiago Nieto, de actuar corruptamente.
Se sabía que fuere cual fuere el fallo, acudirán a la siguiente instancia.
Pero parece que en el PRI de Paul Ospital no esperaban esta resolución.
Da la impresión que no supieron que decir, ni que hacer.
Hay militantes con convicciones y que quieren a su partido.
Se los están llevando al lodo en este tongo.
El siguiente paso será Sala Monterrey, donde es otra cancha en la que se juega.
Lo que está en juego es el PRI que va estar en el proceso electoral.
Un PRI muy guinda o un PRI azul como el mar, azul.
Deberían aplicar ser peripáteticos, dialogar caminando.
No se, platicar de esto de El Pueblito hasta la Cañada.
Tal vez, podrían ponerse de acuerdo.