Siempre pensé que mi formación se la debía a mi Papá, de hecho, cada día mas me parezco a el en muchas de las decisiones o acciones, pero la verdad es que mi definición real es hacia mi Mamá.
Desde niño fue mi guía, quien siempre estuvo presente en cada momento importante, tenía ese radar de Mamá especial para saber si uno iba mal o bien en la vida, siempre fue mi consejera, algo hizo bien, nunca he caído en ningún vicio que lamentar y siempre pienso es sus consejos ante cualquier decisión de vida.
La mayoría de recuerdos e historias sobre ella me remontan a un pasado donde crecí dando el lugar que se merecen a las mujeres, tuvo una infancia complicada como lo se que fue la vida de muchas de las señoras de la generación pasada y actual, mi abuelo hombre duro y recio me decía que no tenía en buenos ojos que una mujer se preparara, aun así contra todo salió de Peñamiller y acabo en la Normal del Estado siendo maestra, más allá terminó su licenciatura en la UPN casi a los cincuenta años, siempre fue previsora pero principalmente cálida y humanista.
Nos enseño a los hermanos que nunca era opción pegarle a nadie, mucho menos a una mujer, siempre defendiendo los valores familiares y siempre al pendiente, hoy que no está y más aún en días como el que acaba de pasar donde vemos un gran coraje de las Mujeres ante un sociedad que no termina de cambiar y evolucionar, donde si hay logros pero aún falta mucho camino por delante, la recuerdo con cariño, hoy con mi esposa creo que la situación ha mejorado por lo menos en casa, mis hijos un niño y una niña crecen en una cancha igualita de oportunidades, no hay diferencia, espero que a su vez encuentre un mejor mundo cuando les toque decidir a su generación, cada que veo a mi Seño y mi niña se que las cosas deben de ser mejores y la construcción se debe de dar en todos los aspectos, respeto y mas respeto no hay más, cada que veo que una marcha destruye monumentos que enoja, pero me enoja mas la indiferencia que podemos tener ante un sistema que debe de cambiara para mejorar, la ruta es larga pero el camino no debe de parar, hoy la meta es ser mejores como sociedad.
Me quedo con una reflexión mas de mi Mamá que me decía sobre mi hermana, así como a su generación casi le era negada la educación por ser mujer, decía que mi hermana tendría la oportunidad de ser lo que quisiera, hoy se que mi Mamá ya no esta pero se fue contenta al saber que su hija es licenciada en idiomas, Mamá, emprendedora, viajera pero lo más importante es que es feliz.
Luchemos día a día por ser mejores.
A conmemorar el camino pasado y a seguir andando.