Domingo negro para Makugo

No fue un buen domingo para el gobernador Mauricio Kuri, para nada bueno.

Padeció la peor humillación que un político puede sufrir: el repudio de la gente.

Por desgracia, este rechazo es producto de sus acciones de gobierno y de la negligencia del actuar sus allegados.

Pero vayamos por partes.

En lugar de disfrutar un día de asueto, antes de emprender viaje a Europa, Mauricio Kuri González, en su calidad de gobernador de Querétaro, fue anfitrión del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y la que lo sucederá en el cargo, Claudia Sheinbaum Pardo.

Todo ello en el marco de las jornadas de evaluación de las pensiones para el Bienestar.

Todos preguntaban donde estarían él y Claudia Sheinbaum, para verlo por última vez como Primer Mandatario de la nación.

Se eligió el parque de beisbol de la Unidad Deportiva José Ortiz de Domínguez, el domingo 21 de julio.

Tanto López Obrador como Claudia Sheinbaum llegaron a la capital en helicóptero. Mauricio Kuri los recibió con todas las lisonjas y alabanzas.

Mientras tanto, desde una hora antes, el lugar de la reunión estaba a reventar. Más de cinco mil almas presentes.

Algunas figuras brillaron: Santiago Nieto, el ex candidato al Senado, mostró el músculo y que lejos de lo que susurran sus detractores, es un referente obligado; a gritos de “Gobernador, gobernador”, es un fantasma lleno de vida que jugará un papel fundamental en el 2027.

Vale la pena aclarar: no fueron porras inducidas o aplaudidores pagados, sino auténticas muestras de cariño y refrendo, que se traducían desde porras hasta abrazos o selfies, ante un proyecto político que, no pocas y pocos ciudadanos, abrazan.

Destacó la presencia tanto de Nieto Castillo como de Chema Tapia, que fueron las estrellas no anunciadas del evento.

Gilberto Herrera, senador y futuro diputado federal, fiel a su costumbre, estuvo un rato con los medios -de forma discreta- y después desapareció. Desaparecido también estuvo líderes como Luis Humberto Fernández, que de plano no se hizo presente.

Hubo de todo: asistentes con libros para ver la posibilidad de ser firmados por AMLO; protestas por la instalación de la gasolinera en la colonia El Porvenir; mantas rechazando la privatización del agua; cartulinas agradeciendo al presidente por su lucha por la democracia, etcétera.

Mientras tanto, personajes del poder o del sistema panista, como el senador electo Agustín Dorantes o como el secretario de Gobierno estatal, Carlos Alcaraz, estaban en modo incognito -o sea, disfrazados-, deambulando en las instalaciones, esperando que llevara a cabo el evento y largarse al terminar.

Sin embargo, varios los identificaron, pero ni siquiera se acercaron.

Dos hombres del poder, solitarios como espurios sin legitimidad alguna entre los queretanos.

Por fin, llegaron los invitados, acompañados del anfitrión. Obvio que los vítores fueron para AMLO y Claudia Sheinbaum. Hubo una incómoda invisibilización hacía el gobernador por parte de los asistentes (para el gobernador, ojalá se hubiera quedado solo en eso).

Fue rápido el traslado al pódium y sin más trámite, comenzaron las presentaciones. Hubo abucheos para el mandatario estatal y ovación para los invitados.

Vino el desastre para Mauricio Kuri.

Anunciaron que daría las palabras de bienvenida, comenzaron los abucheos al unísono, los gritos “Fuera Kuri, fuera Kuri” aumentaban de volumen y odio hacía el mandatario estatal.

La mirada de Kuri lo decía todo: no entendía lo que estaba pasando, no podía hilar una frase que pudiera callarlos, que lograra silenciarlos.

Se quedó parado, pasmado, incrédulo.

En ese momento, recibió la peor humillación que un político puede sufrir: el desprecio de la multitud.
Extrañó sus eventos controlados con incondicionales y agradecidos burócratas a la orden del primer panista del estado.

Se derrumbó el mito -al menos en su percepción- que era un hombre querido por el pueblo; se derrumbó el mito que el PAN gobierna 7 de cada 10 queretanos, pues los asistentes demostraron que, al menos, seis de cada 10 reprueba su gestión.

A leguas se notó que no estaba preparado para este escenario. Nadie se lo advirtió, no lo vio. Se reventó la burbuja en la que vivía.

Estaba solo frente a cinco mil mujeres y hombres que lo abucheaban, lo despreciaban y cobraron agravios.

Le cobraron la privatización del agua, le cobraron el reemplacamiento, le cobraron el uso del garrote frente a la protesta social, le cobraron la obra de avenida 5 de Febrero, le cobraron la mega deuda adquirida, le cobraron el cártel inmobiliario blanquiazul que opera impunemente, le cobraron la soberbia y poca empatía con que los gobiernos panistas obraban a costa del ciudadano.

Estaba solo, hasta que lo rescataron Claudia Sheinbaum y AMLO. Con sonrisa socarrona de ambos, calmaron a las hordas y pidieron tregua para dejarlo hablar.

La multitud accedió, pero el daño estaba hecho: la humillación es nota nacional, tendencia en redes, tema de conversación en todos los círculos políticos y sociales.

El resto del evento, se la pasó sentado, con los brazos y piernas cruzadas. Totalmente a la defensiva, deseando que terminara.

En cada momento, se escuchaban los gritos de «Fuera Kuri” y “Gobernador corrupto”.

Pasaron a segundo término los mensajes de Claudia y AMLO. El gran chisme es Kuri y no precisamente como gran estadista, sino como protagonista de comedia bufa.

Viene a colación varias preguntas: ¿realmente cuidan al gobernador?, ¿no pudieron prever sus equipos el escenario adverso que sufrió?, ¿no se dieron cuenta que estaban en condiciones adversas?

Son tan burdos los incondicionales al gobernador que justifican, principalmente en redes, que fue una emboscada, que fue planeado, que operadores políticos fueron los que abuchearon.

No entienden que fue una manifestación orgánica de legítima rabia en contra de un gobernador que, creyendo que tiene el apoyo del 100 por ciento de los ciudadanos, puede hacer lo que se le de la gana y no tener consecuencias de sus acciones.

Lo dejaron solo. La soberbia y negligencia de su primer círculo lo expuso a una humillación que sigue siendo tendencia nacional.

Veremos si el gobernador puede entender el mensaje que le echaron en cara las ciudadanas y ciudadanos con los abucheos.

Hasta Kuri cayó de la nube que le han formado… la realidad es dura, contundente y da señales claras.

Un comentario sobre «Domingo negro para Makugo»

  1. Pobre kury hasta a mi medio lastima pero haber si aprendió la lección y quesque sus amigos o aliados Donde estaban. CULEROS para eso me gustaban

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *