Santiago Nieto Castillo, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), señaló que la principal arma que tienen los ciudadanos, principalmente los jóvenes, contra la corrupción, es la denuncia.
Durante la video charla «Jóvenes Cero Tolerancia a la Corrupción», organizada por la Facultad de Contaduría y Administración de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), dijo que la denuncia es la principal arma contra la corrupción, no solo en los órganos judiciales, sino también la denuncia social.
«Hoy todos tenemos la posibilidad de usar nuestros teléfonos u otros dispositivos para dar testimonio de actos de corrupción en el momento. Y lo que más le duele al corrupto es que le afecten en su imagen», advirtió.
Durante la conferencia virtual, que alcanzó solo en la plataforma Zoom 500 asistentes, dijo que la corrupción impacta en la sociedad, deslegitima a las instituciones, creando crisis de confianza entre los ciudadanos y los órganos de gobierno.
Igualmente el problema de la corrupción crea una concentración de la riqueza basado en el acceso a la información privilegiada, al amiguismo y al intercambio de favores, consideró.
Nieto Castillo destacó que un gran avance es que las grandes empresas paguen sus impuestos, pues como parte de la mecánica de la corrupción era reclamar servicios públicos de primera, pero evadiendo nuestras responsabilidades fiscales.
Corrupción es un problema estructural
Santiago Nieto señaló que al contrario que lo que decía el anterior presidente de la República, Enrique Peña Nieto, el problema de la corrupción no es cultural, sino estructural, ya que esto era debido a la ausencia de transparencia, a la ausencia de procedimientos rápidos y efectivos para combatirla y, sobre todo, la impunidad.
En cuanto a la transparencia, anteriormente se creaban leyes para fortalecerla, pero al mismo tiempo se diseñaban desde el mismo poder esquemas para crear sistemas herméticos para evadirlos, ilustró.
En cuanto a la ausencia de procedimientos rápidos y efectivos, el titular de la UIF expresó que no solo es el entramado para denunciar actos de corrupción, sino también la ausencia de mecanismos de protección para el denunciante, que terminaba intimidado o cesado de su lugar de trabajo por dar a conocer irregularidades.
Y como punta de lanza de este entramado, era la impunidad que permeaba, que creaba la percepción que el ser corrupto es motivo de ser admirado e imitado, como modelo a seguir, principalmente entre los jóvenes sin un futuro.
«La corrupción se democratizó. La gran responsabilidad es mejorar los diseños institucionales, visibilizar el problema y mejorar los mecanismos para proteger a los denunciantes. Este es un proceso de recomposición del tejido social gradual, pero es muy complicado», informó.
Más participación ciudadana
Nieto Castillo expresó que es clave involucrarse en los asuntos públicos para combatir la impunidad.
«Se tiene que hacer desde el ámbito de la libertad de expresión y el acceso a la información», enfatizó.
Contó que en su anterior generación, la lucha era por construir instituciones ciudadanas como el actual INE o la CNDH.
La generación del ex estudiante de la UAQ lucha en este momento por erradicar la corrupción en todos sus niveles.
«El reto de la siguiente generación, es que los jóvenes participen para empoderarse, como lo hicieron las mujeres para lograr la igualdad de género. Buscando diseños de acuerdo a la problemática del momento histórico en que viven».
Santiago Nieto se mostró optimista en que si es posible disminuir la corrupción y visibilizar el problema.
Pero, principalmente, acabar esta visión que un corrupto es una persona bien vista, pues al ser un referente de éxito, genera también impunidad.
«Qué sienta el corrupto el rechazo social», sentenció.
Para terminar en este tema, enfatizó que está al cien por ciento con el presidente Andrés Manuel López Obrador en su visión del combate a la corrupción.