Tremendo enredo se ha creado en México a raíz de la detención de Ismael, El Mayo Zambada y Joaquín Guzmán López, ocurrido el 25 de julio pasado. El gobierno, después de tres semanas no sabe bien a bien lo que pasó, mientras los medios de comunicación dan a conocer versiones que evidencian ineficacia e ineptitud de las autoridades encargadas de la seguridad pública. Lo único que el presidente Andrés Manuel López Obrador sabe con exactitud, es que los presuntos narcotraficantes están presos en cárceles del Estado de Texas.
Según las primeras versiones de los medios informativos, estos fueron detenidos en un aeropuerto ubicado en las afueras de El Paso, como consecuencia de una entrega voluntaria al gobierno de Los Estados Unidos, en un avión que despegó de Hermosillo, Sonora, sin tomar en cuenta al gobierno de México, lo que mantiene en la zozobra a López Obrador y su gabinete de seguridad.
Conforme avanzan los días, se especula también que la detención no fue por entrega voluntaria, sino una traición de Guzmán López al Mayo Zambada, al acudir a una reunión en el rancho Huertas del Pedregal, ubicado en las afueras de Culiacán, Sinaloa, en que también participarían Héctor Melesio Cuén Ojeda, ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), ex presidente municipal de Culiacán, ex diputado local, ex candidato a gobernador y ex secretario de Salud hasta 2022 y el gobernador del Estado, el morenista Rubén Rocha Moya.
Que la detención y la aeronave en que los trasladaron a Texas partió de ahí y no de Hermosillo, como informó la Secretaria de Protección Ciudadana del gobierno federal, Rosa Icela Rodríguez. Entre otro datos reveladores, se sabe que el objetivo de la reunión, era para acordar políticamente quién se quedaría con el control de la UAS, si Cuén Ojeda o el grupo del gobernador Rocha, y que uno de los elementos de seguridad personal del Mayo Zambada era José Rosario Heras López, comandante de la Policía Judicial en ese Estado.
No se trata de desenredar la maraña de cómo funciona el narcotráfico; esa es tarea de los equipos de “inteligencia” del Estado para mantener el orden, la paz y la seguridad de los mexicanos. Me interesa destacar la descomposición del ambiente social, por la venta, trasiego y consumo de las drogas, sobre todo en los jóvenes y la guerra entre grupos delincuenciales que se disputan el mercado, en los que están involucrados servidores públicos con la complacencia y aprobación de gobernantes “santurrones” corruptos e hipócritas para mantener y prolongar su poder económico y político.
¿Por qué el gobierno de los E.U. actuó sigilosamente impidiendo que el gobierno mexicano se enteraran de esta acción? ¿El comandante Heras López era el único elemento de la corporación estatal involucrado en el grupo de El Mayo Zambada? ¿En serio, el gobernador Rocha, no estaba enterado que uno de los altos mandos de la Policía Estatal, con más de 20 años en la corporación, era elemento de seguridad del Mayo? ¿Cuáles son los resultados de la investigación de la desaparición de los escoltas del Mayo Zambada y del sospechoso asesinato de ex alcalde y ex rector de Culiacán, Cuén Ojeda en una gasolinera y que desmiente el propio Zambada en una carta?
¿Cómo se explica el espaldarazo de AMLO y la presidenta electa, Claudia Sheinbaum al visitar Sinaloa, 15 días después de los graves acontecimientos y el mismo día en que se publicó la carta del Mayo Zambada, que involucra directamente al gobernador Rocha Moya?
Muchas son las preguntas que tienen que responder López Obrador y el gobernador de Sinaloa. Éste último, como consta en una entrevista que le hizo Carlos Loret de Mola, cuando buscaba la gubernatura del Estado, acepta abiertamente la necesidad de negociar con el narco. “Yo creo que hay que pactar con el Cártel de Sinaloa, hay que poner condiciones muy severas; a pesar de que el narcotráfico es un delito federal que lo debe perseguir la Federación, el Estado tiene mucho que aportar al respecto”, dijo.
Y agregó: “la droga circula más en Estados Unidos y por ello, hay que buscar la forma de coordinarse con los presuntos criminales. Los gobiernos en general niegan cualquier acercamiento o plática con los delincuentes, sin embargo, hay una cosa: los contactos se hacen de personeros del gobierno con el narcotráfico”. Alguna duda de si el narcotráfico influyó en las elecciones de 2021 y 2024 y está incrustado en el gobierno? Son sus palabras.