n ese sentido, las juventudes de la organización antidiscriminatoria recordaron cifras de la “Encuesta Mexicana de Vivencias LGBT+ ante la COVID-19” realizada por la Línea de investigación en Salud y Bienestar LGBT+ del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en conjunto con Inspira Cambio A.C., en la que se reveló que durante la temporada de distanciamiento social por la pandemia de Covid-19, las desigualdades y la discriminación aumentó hacia las poblaciones LGBT +, por causa de su orientación sexual e identidad de género, principalmente en su entorno familiar y luego en el de las amistades. Pues al menos 10 de cada 100 personas -de un total de mil 500 encuestadas – reportó haber sido discriminada por su identidad de género u orientación sexual, de ellas más de la mitad (52 por ciento) recibió agresiones verbales.
“La población LGBT + que participó en la encuesta, reportó haber experimentado discriminación por causa de su orientación sexual o identidad de género durante el período de la contingencia sanitaria, el 52% fue blanco de agresiones verbales, 6.6% dijo haber sido agredido físicamente y el 67% fue discriminada de alguna otra manera. Las mujeres lesbianas o bisexuales reportaron con mayor frecuencia la vivencia de la discriminación en la familia (62.5%). Además, las personas trans y de otras identidades de género no normativas son el grupo más discriminado por sus amigos / as (25%). Mientras que el 46 por ciento reportó tener mucho o muchísimo miedo de adquirir el virus SARS-CoV-2”. Puntualizaron las y los jóvenes de SOS Discriminación Internacional en su comunicado.
Finalmente, las juventudes de SOS Discriminación Internacional Querétaro expresaron tener confianza, en que además del mensaje positivo del Obispo de Querétaro llamando al fortalecimiento de los vínculos familiares, todos los sectores sociales, gubernamentales y empresariales puedan unir sus esfuerzos para ayudar a que todas las familias, sin importar su composición, puedan contar con herramientas que contribuyan a fortalecer el autoestima, así como su salud emocional para poder sanar las heridas familiares que contribuyan a prevenir y erradicar la discriminación, así como cualquier forma de violencia que se haya dado entre las y los integrantes de las familias a causa de su género, edad, preferencia sexual o cualquier otra diferencia.