La visita de un presidente de la República siempre causa expectativa.
Anteriormente, había un cerco de al menos un kilómetro a la redonda, implementado por el extinto Estado Mayor Presidencial, donde apenas dejaban pasar el aire.
Hoy, en los nuevos tiempos los ciudadanos se acercan para tratar de ver al presidente, darle peticiones, ruegos, apoyo incondicional.
Por supuesto, ahora también se manifiestan los malquerientes.
Alrededor de 500 personas se congregaron a las afueras de las instalaciones de la Zona Militar, siendo una gran mayoría para apoyar al Jefe del Ejecutivo Federal.
Los del Frente AntiAmlo (FRENA), caricatura grotesca de grupo opositor, apenas llegaban a 20.
En un estado donde presumen en redes sociales que repudian al Presidente.
Se aplica el clásico «Los bots no votan, ni salen a la calle».
Hay entusiasmo de los simpatizantes de AMLO. Hubo fricciones entre los 20 de FRENA y simpatizantes de López Obrador.
El coordinador de Programas Sociales de Bienestar en Querétaro, Gilberto Herrera Ruiz, fiel a su estilo, prefiere atender a la gente que sacarse la foto.
Salvo las restricciones para ingresar, hay libertad de transitar.
Ante el ridículo número, los que creen que AMLO es comunista optaron por retirarse, creyendo que hicieron patria y salvaron al mundo.
Los que buscan acercarse al presidente, para saludarlo o entregarle algún oficio, siguen al pie del cañón.
Ahí están.
Esperando.