Fredy García G.
La práctica de algún deporte o actividad física beneficia a la salud, pero también se trata de una herramienta efectiva en la educación y en el desarrollo y mejoramiento de las capacidades físicas de una persona, que facilita la integración de los aspectos social, emocional y físico, indispensables para el bienestar humano. Por un lado, la práctica del deporte competitivo desarrolla en el atleta la disciplina, el compromiso, el trabajo en equipo y fortalece el sentido de pertenencia, así como el orgullo por portar la camiseta y valores que también aplica en la parte académica y en su vida diaria, mientras que para los estudiantes que no son deportistas, la activación física en general promueve estilos de vida saludable.
Aquí hablamos de jóvenes, pero la práctica de algún deporte no se limita a una edad determinada, es más, debe realizarse a lo largo de la vida de un ser humano; sin embargo el ambiente político, social y económico muchas veces hace que, familias inmersas en la preocupación de generar un ingreso, dejen a un lado tan importante actividad; y al suceder esto, se generan enfermedades cardiovasculares, combate la obesidad y el sobrepeso, que al paso del tiempo se convierten en problemas de salud pública; también disminuye los niveles de estrés y mejora la concentración, además fortalece el sistema inmunológico, aumenta el estado de ánimo, disminuye la depresión y aumenta la seguridad interpersonal. En suma, el deporte desarrolla la parte física y mental: mente sana en cuerpo sano.
El gobierno de la 4T no se ha preocupado por impulsar el deporte a nivel nacional, no lo ve como una prioridad, algunos ejemplos del abandono por parte de la CONADE hacia atletas olímpicos en el gobierno de López Obrador han sido evidentes como es el caso del clavadista Jahir Ocampo Marroquín, que entrena en club privado pagando por su propia cuenta; Jorge Iga, también clavadista, le sucede algo similar; Brandon Díaz Ramírez, luchador olímpico, se quejó de no recibir ningún tipo de apoyo; Bredni Roque Mendoza, campeón mundial de halterofilia, a pesar de tener buenas marcas también es ignorado, incluso algunos algunos entrenadores se quejan que no hay una coordinación interdisciplinaria que respalde acciones de preparación de nivel olímpico.
La mayoría de atletas señalan que la CONADE debe respetar lo establecido en el Plan Nacional de Desarrollo, ya que lo que establece este documento en materia deportiva no se ha cumplido y consideran que esta ha sido la peor administración en la historia de México, al dejar a los deportistas en un estado de indefensión, esto aunque la titular Ana Gabriela Guevara diga que todo va bien, clásica respuesta de la 4T.
Sólo el Movimiento Antorchista desde su fundación se ha preocupado por impulsar el arte y el deporte para todo el pueblo pobre como un complemento para el ser humano, así es como surgen las espartaqueadas nacionales, en donde un año es cultural y el otro deportivo y que sólo fue interrumpido por la reciente pandemia que vivimos; la XXI edición que iniciará el próximo 6 de mayo y culminará el día 14, nuevamente iluminará el deporte en la ciudad de Tecomatlán Puebla, con encuentros de diferentes disciplinas como el fútbol, basquetbol, atletismo en sus diferentes modalidades, natación, voleibol, beisbol, etc., con representación de todos los estados de la república, esto es una muestra que habiendo organización y voluntad se puede llevar a diferentes atletas a tener unos grandes encuentros, y formar seres humanos integrales, situación que el gobierno aún teniendo más posibilidades, no le ha dado la importancia debida.
Los ganadores de las diferentes disciplinas se llevan el reconocimiento del pueblo como mejor premio, porque el Movimiento Antorchista hace este evento sin fines de lucro, es para deleite del pueblo, en dónde cientos de deportistas demuestran su talento individual y en equipo; si en el pasado en Atenas Grecia iniciaron los juegos olímpicos, en mayo podremos disfrutar la XXI Espartaqueada Deportiva Nacional en la Atenas de la Mixteca, siendo un evento totalmente gratuito.