Luego de la presentación de ideas y propuestas de los aspirantes a encabezar el Colegio de Arquitectos del Estado de Querétaro, Aldo Alfaro y Mario Rodríguez, se reafirmó que quien tiene, además de experiencia, ideas, claridad en los objetivos y ruta trazada para alcanzarlos, es el primero de ellos.
Mientras el novel Rodríguez hizo una romántica y tierna reseña del amor entre sus progenitores, las peripecias de su padre, su origen colombiano y cuánto ama a sus hermanas y esposa, Alfaro expresó como hacer crecer el colegiado.
En el marco de la vigésima sexta asamblea de esa agrupación, Aldo Alfaro con datos y conocimiento de la misma, exhibió, involuntariamente el desconocimiento y falta de ideas de su contrincante para hacer crecer ese segmento de profesionistas.
En la sesión de preguntas y respuestas, Rodríguez dijo que el diez por ciento de agremiados eran mujeres, por lo cual promovería cursos en diferentes horarios, pues por las tardes las profesionistas deben atender su hogar.
Alfaro le corrigió la plana: el 30 por ciento de afiliados pertenecen al sexo femenino.
Rodríguez evadió decir de qué forma promovería espacios en la directiva para las mujeres.
Quién también se nombra candidato de la continuidad, ofreció tan solo adecuar el cubo del elevador, para que la directiva que lo suceda termine la instalación.
Alfaro se comprometió no solo a instalar el elevador, sino a dar movilidad al edificio, adecuándolo a instalaciones que contemplen a personas con capacidades diferentes.
Mientras que Mario Rodríguez se vio nervioso y titubeante, sin idea, sin proyecto, Aldo Alfaro exhibió un proyecto sólido, dejando buen sabor de boca en el gremio.