¿A quién le importa la educación en México?

Todos quienes de alguna manera hemos estado pendientes de los acontecimientos importantes de nuestro país y de los últimos procesos electorales, pudimos escuchar las propuestas de los candidatos a la Presidencia de la República para atender y resolver los grandes problemas economicos, de empleo, salud, inseguridad y educación, entre otros, fundamentales para el desarrollo y el bienestar de todos los mexicanos. A dos años de que acudimos a las urnas, y a año y medio que Andrés Manuel López Obrador tomó en sus manos el país, nadie imaginaba que se presentaría este letal fenómeno de la pandemia por Covid-19, y que a querer o no, de manera natural, evidenciaría las limitadas capacidades de sus gobernantes.

Me refiero en esta ocasión a la muy escasa atención e inversión de los gobiernos de México a la educación pública, a pesar de su papel fundamental en el desarrolllo de todos los pueblos del mundo. Todos los políticos, en punta el presidente de la república, Andrés Manuel anteponiendo sus intereses a la vida de la gente, a pesar de promover el “Quédate en Casa”, todos los días sale a hacer campaña política, a armar grupos de poder, a hacer “amarres” y maniobras electoreras para asegurar los puestos que tienen y buscar otros más jugosos, pero, nadie, jamás, ni por asomo se ha preocupado por la educación de los niños y jóvenes mexicanos.
Ejemplos que demustran esto, sobran.

El presidente prometió en su campaña, entre otras ocurrencias: alimentación en todas las escuelas de educación básica de las zonas marginadas del país; realizar junto con los maestros, padres de familia, pedagogos y especialistas, cambios importantes en materia educativa para mejorar la calidad de la enseñanza, sin afectar los derechos laborales del magisterio; la cancelación de la reforma educativa por considerarla punitiva y poner en riesgo la estabilidad laboral de los profesorers, al ser una reforma laboral, no educativa; la creación de 100 universidades públicas por el gobierno federal y, las becas “Benito Juárez” supuestamente para evitar la deserción escolar a nivel medio superior.

Pero con la 4T la educación de los niños y jóvenes es un desastre, como el manejo del coronavirus por López-Gatell, que explica una cosa y su contrario al mismo tiempo y sin que venga a cuento, aplaude a López Obrador por su “buen gobierno”. El Secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma, un día dice una cosa y mañana otra. Eliminaron la reforma educativa y no propusieron nada mejor, de las 100 universidades no hay datos; “se desconoce el mecanismo y criterios para la selección de estudiantes. Los alumnos, padres de familia y profesores después de un ciclo escolar perdido, viven una gran incertidumbre, no saben sus calificaciones y ni fecha del nuevo ciclo escolar, nada.

Las condiciones materiales de las escuelas públicas son deplorables, y junto con el tema de pobreza que imposibilita que los estudiantes cuenten con equipo de computo y servicio de internet en sus escuelas y domicilios, en momentos como este, hace imposible que los muchachos alcancen los conocimientos mínimos, ya no para convertirse en buenos profesionistas sino hasta para enfrentarse al reto que la vida les impone, como seres racionales. 

En el Estado, alumnos, padres de familia y profesores de la Esc. Sec. General, Reforma Agraria, con clave 22DES0048V, de La Negreta, Corregidora, y el bachillerato Coronel, Nicolás Romero, que funcionan en el mismo plantel, han solicitado a las autoridades municipales, estatales y federales su intervención para su mejoramiento, que consiste en, reconstrucción de aulas, módulos sanitarios y material de laboratorio de ciencias, debido a que el edificio se ha desgastado al haber sido construido con materiales de mala calidad, sin haber encontrado respuesta positiva.

Como dijimos arriba, a los políticos sólo les importan sus intereses personales, no la educacion del pueblo, sin embargo, los jóvenes de La Negreta necesitan una escuela de nivel medio superior y seguirán insistiendo hasta lograrlo, pues muchos dejan de estudiar por falta de oportunidad, de espacio en las preparatorias de la zona, pues las que hay están muy lejanas, implicando recursos que no tienen y la creciente inseguridad, sobre todo para las niñas que les toca en el turno verpertino, por lo que el bachillerato funciona como extensión de un centro escolar de otra entidad. 

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