Entre la semana pasada y la que inicia este lunes 4 de mayo, un total de 20 estados, de los 50 en Estados Unidos, habrán abierto parte de sus economías pese a que la pandemia de coronavirus continúa afectando gran parte del país.
En algunas regiones han sido cuidadosos desde el principio, lo que ha reducido el número de casos, mientras que en otros puntos los gobernadores han privilegiado la recuperación económica.
En total, 118 millones de estadounidenses se reintegrarán a sus labores y a parte de su vida cotidiana, según las estimaciones poblacionales de NBC. Ello, siguiendo las determinaciones de sus gobernadores, que continúan con la línea del presidente Donald Trump, quien deseaba que el país reabriera con normalidad a partir del 1 de mayo.
Los estados que optan por la reapertura en este momento no se reactivarán al ritmo regular, sino mediante pequeños pasos adelante.
En las últimas semanas, a pesar de que Nueva York, el estado más afectado por la enfermedad hasta ahora, ha reducido sus números en nuevos contagios y decesos, la propagación de la enfermedad en el país continúa a la alza. Hasta el momento, un millón 156 mil 942 ciudadanos se han contagiado de COVID-19 y 67 mil 498 personas han perdido la vida como consecuencia de la enfermedad.
Desde la Casa Blanca se envían dos mensajes confusos. El primero es el del presidente y el segundo el de la doctora Deborah Birx y el doctor Andrew Fauci, equipo de salud que atiende la pandemia. Ambos especialistas han recomendado seguir las instrucciones redactadas para los estados, necesarias para dar pie a la fase uno de desconfinamiento.
A pesar de ello, ninguno cumple con la petición principal, dos semanas de disminución del número de nuevos casos y muertes.
Alaska, Texas, Oklahoma, Arkansas, Mississippi, Tennessee, Kentucky, Indiana, Georgia, California del Sur, Colorado, Vermont y Montana han abierto parcialmente sus actividades, aplicando medidas de seguridad.
Ninguno de los estados ha logrado avanzar al grado tal de abrir negocios, de acuerdo con la doctora Birx, quien ha solicitado a la población hacer lo propio para cuidarse, pues desde su perspectiva apenas algunas comunidades podrían reabrir, pero no los estados completos, aseguró en su entrevista a Fox, televisada la mañana de este 2 de mayo.
Por su parte, Arizona, Florida, Nebraska, Iowa, Missouri, Meine y Ohio planean abrir en el transcurso de la semana, según lo anunciado por sus gobernadores, lo que a algunos ciudadanos les ha parecido preocupante, mientras un tanto más celebra y otros cuantos lo toman con precaución.
En el sur de Texas, que inició labores oficialmente a partir del 1 de mayo, se empieza a ver tránsito en algunas calles, las personas se acercan a las tiendas y los negocios ya cuentan con permiso para recibir al 25 por ciento de su aforo regular, como atestigua Victor Hugo Castillo, quien habita en la comunidad de McAllen.
Después de más de un mes con medidas de confinamiento, los ciudadanos pueden acceder a algunos negocios, la plaza comercial más importante de la zona, Mall, permite el ingreso por dos puertas y las personas hacen largas filas para asistir a la Isla del Padre, una playa apreciada por los sureños. Pero sobre todo se percibe entusiasmo.
Castillo, quien labora como comunicador, afirma que la población actúa con precaución. Algunos de los negocios pequeños han decidido no abrir, pero gran parte de ellos busca la oportunidad de recuperar a sus clientes y su flujo regular.
A pesar del seguro que recibieron parte de los dueños de pequeños negocios, abrir resulta una necesidad, pues sus actividades dependen de sus clientes, mientras que las personas que no contaban con empleos fijos o cobraban por día, la condición de algunos migrantes, podrán volver a tener acceso a sus fuentes de empleo y de recursos, lo que resulta un alivio.
Los contrastes con Reynosa y Tamaulipas en el lado mexicano de la frontera, atestigua Castillo, son evidentes. Mientras en Texas se nota el movimiento, en México queda claro que las medidas de permanencia se mantienen y las calles están vacías.
Hasta ahora en Texas se espera que el 18 de mayo la medidas permitan que los negocios tengan un 50 por ciento de su aforo y que la economía se reactive poco a poco, mientras se observa si hay un repunte de casos.
Este domingo por la noche, la nación esperaba un mensaje del presidente Trump, quien realizará un evento de campaña para proponer el regreso al trabajo y la apertura económica, lo que podría suponer un nuevo impulso a que nuevos estados reabran sus actividades; un paso que para los expertos de la Casa Blanca y de la Organización Mundial de la Salud (OMS), no debería darse aún en la totalidad del país.