A Cien Fuegos

Acaba de transcurrir una semana rica en acontecimientos, pero uno de ellos estimo impactará en la vida política nacional por mucho tiempo, me refiero a la sorpresiva liberación del General Salvador Cienfuegos, el General ex Secretario de la Defensa Nacional fue detenido en el vecino país del norte acusado de delincuencia organizada y lavado de dinero.

Aduciendo los acusadores, la DEA, que contaba con grabaciones de llamadas detectadas en el teléfono celular del general, se iniciaron las primeras audiencias y de repente, los fiscales estadunidenses se desisten de las acusaciones aduciendo razones de política exterior, señalando que turnan el expediente a la Fiscalía General de la República para que en México se continúe investigando al indiciado general y en su caso se proceda conforme a las leyes mexicanas.

Como es posible que un gobierno que habla mal de los mexicanos, que permanentemente amenaza, como es posible que un gobierno arrogante, avasallador, que no respeta acuerdos y que está acostumbrado a imponer su voluntad por las buenas o como sea cedió ante los reclamaos del gobierno mexicano por no haber sido informado de esa investigación y no solo explicó, sino que nos regresa al General.

La verdad no me trago eso de la habilidad de la diplomacia mexicana, ya me imagino a nuestro canciller, a Marcelo, que le dice al fiscal de allá, oye se equivocaron, faltan a los acuerdos y el fiscal seguramente contestó, tienes razón y se desistió.

Una decisión de esas, de impacto internacional seguramente fue avalada por Trump, por qué ese ensoberbecido gobernante lo aprobó cuando sabemos que es un negociador que juega desde posiciones de fuerza y no cede nada sin negociar algo que le favorezca.

Que no nos digan esa pavada que había el riesgo de suspender la cooperación en el combate al narco y que regresarían a los gentiles diplomáticos de la DEA que operan en México, los estadounidenses pudieran señalara como terroristas a los grupos delincuenciales, también se comenta que a cambio hubo el compromiso de detener a cierto capo, o esa otra de que fue pagó por no reconocer a Biden, me parecen explicaciones que no resisten el análisis, Pascal Beltrán del Rio tiene otra, que fue porque se dejaría pasar a Estados Unidos a los migrantes centroamericanos que pretenden ir al paraíso norteño, que de suceder le daría argumentos al gobierno de Trump para presionarnos o presentarse como la solución en para evitar la llegada de gente indeseada, para fortalecer sus impugnaciones a las recientes elecciones; lo único que queda es que la presión del ejercito pudo ser percibida por nuestros gobernantes como un riesgo de inestabilidad social y política para el gobierno de la 4T.

No se vale que nos quieran decir que no se negoció nada y que se defendió la soberanía nacional.

¿Que se negoció? ¿Cuál es el juego de Trump? ¿Qué debe nuestro gobierno por ese favor?

Amable lector, ¿cuál es su interpretación?

Vega

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