En unas horas se sabrá el nombre de la mujer que concluirá el periodo para el que fue electa la hoy diputada federal Rufina Benítez Estrada.
Al momento de redactar estas líneas, no hay una mujer perfilada para ser electa por menos de 45 consejeros estatales -quizá 44- para encabezar ese partido.
Por estatutos, y de acuerdo del recién celebrado Séptimo Congreso Nacional Extraordinario y lo establecido en la respectiva convocatoria, en Querétaro será una mujer el relevo.
Ésta deberá ser consejera.
No debe ser funcionaria pública.
Tampoco representante popular.
Tampoco deberá ocupar alguna cartera en la dirección estatal.
Esto aplica para todo el país, lo que no deja fuera a aspirante alguna, -resalto, siempre y cuando sea consejera- a guardar en su bolso las llaves del edificio del número … en Ejército Republicano.
Vamos por partes.
¿Por qué serán 45 o 44 los consejeros y consejeras que, en el mejor de los escenarios decidirán a la persona que reciba el mando?
De los 50 consejeros electos, tres han sido expulsados del partido – Jazmín Lucero Olvera, Misael Aguilar y María Hernández y – otro más tiene suspendidos sus derechos partidistas -Bernabé Adame- otro ha hecho gala de su desdén al partido -Juan José Yáñez- y no sé ha presentado a las últimas sesiones del Consejo Político Estatal.
Y uno más, el influyente Ángel Balderas se encuentra fuera del país, por un viaje previsto con anticipación, nunca por desinterés.
Así, tenemos que las 22 consejeras, todas ellas con sus derechos partidistas a salvo, podrá ocupar la amplia oficina del primer nivel de la sede partidista.
Claro, hay quien tienen amplias posibilidades… otras meras ambiciones y unas más, solo ilusiones.
Esto resulta luego de consultar a miembros del Consejo Político Estatal, de ambos sexos, y a liderazgos.
Al escucharlos, quien escribe, concluye que además del carisma, capacidad, convicción y demás atributos, la próxima lideresa deberá tener el respaldo de alguna de las dos principales corrientes partidistas que se mueven en Morena Querétaro.
La de Sinuhé Piedragil Ortiz y Gilberto Herrera Ruiz.
Hay otros managers, pero hoy por hoy, son dos cabezas las que disputan el control.
Con el hombre de confianza de las mujeres que mandan desde arriba -Claudia Sheinbaum y Luisa María Alcalde- podría estar alineado otro que goza de la confianza de la Jefa del Ejecutivo, Mauricio Ruiz Olaes.
Con el ex senador y actual diputado federal se halla el segundo de Rufina, Alejandro Israel «El Chino» Pérez.
Cada pandilla trae sus fichas.
Aunque hay fichas que no juegan, pero se, si están en la mesa.
Ninguna levanta la mano.
Aunque en corto, unas si llevan días cabildeando el apoyo de quienes votarán este sábado nueve de noviembre.
Entre ellas cuente a las secretarias de Capacitación y Formación Política, Carmen Gómez Ortega; de Mujeres, Maribel Barrón, y a la de Comunicación Social, Elizabeth Olvera.
Pero, el prietito en el arroz: en grupos morenistas de WhatsApp les cuestionan, en diferentes tonos: ¿cumplieron con su responsabilidad dentro del Comité Ejecutivo Estatal?
Por su cercanía, real o supuesta, con los actores señalados líneas arriba se barajan otros nombres, de los cuales, seguramente saldrá la agraciada con la rifa del tigre.
Gisela Sánchez de León y Nelly Aguilar.
Paty Ojeda, que, de acuerdo a las opiniones recabadas, es una marioneta de Jiménez Yañez, quedaría descartada.
Otra descartada, que sería bien vista es la sanjuanense Susana Águila, que por asuntos familiares, sin perder su compromiso con la 4T, difícilmente buscará el liderazgo.
Cabe destacar que un referente en Morena, como lo es la senadora Beatriz Robles Gutiérrez, ha buscado la unidad dentro del instituto político, sin protagonismos y solo pensando en el bien del movimiento,
Esto ha sido agradecido tanto en público, como en privado, por consejeros y consejeras morenistas.
El sábado 9 de noviembre habrá humo blanco.