Más de 200 se cuentan las veces que el presidente, Andrés Manuel López Obrador ha agredido al Movimiento Antorchista Nacional en sus eventos realizados en los 32 estados del país. Desde que arrancó su recorrido de “agradecimiento” a los mexicanos, arrancó también por Baja California, Guaymas y demás entidades, como rayo en cielo sereno, su injuriosa campaña de mentiras, calumnias y amenazas. ¿Qué lo motivó a hacer eso? Quizá él en su extraviada mente lo sepa.
Desde entonces, en cada evento, conferencia mañanera o programa televisivo, empezó a acusar a los antorchistas de “intermediarios del dinero público” y quedarse con los recursos de obras y programas gubernamentales, llamados “moches”, sin presentar pruebas ni procesos judiciales.
«A partir de hoy se va a entregar el apoyo de manera directa, sin intermediarios, cada madre de familia va a recibir el apoyo de beca para los hijos con una tarjeta, de manera directa, personalizada, no con intermediarios. No es de que me vas a dar a mí el dinero que yo soy de la organización Plutarco Elías Calles o Emiliano Zapata o la Antorcha mundial y yo le voy a entregar el dinero a la gente. Eso se terminó, ya no vamos a requerir de intermediarios, ya está demostrado que cuando hay intermediarios no llega la ayuda o llega con moche, ya se va a terminar este asunto», repitió hasta el cansancio.
Fue así como en mayo de 2019, en la Unidad Deportiva Josefa Ortíz de Domínguez de Querétaro, justo cuando López Obrador señalaba que los apoyos no llegarían a intermediarios como la «Antorcha Mundial» sino de manera directa, cientos de antorchistas queretanos lo callaron con consignas, mantas y pancartas por calumniador, con playeras con el lema «Orgullosamente Antorchista» y «Antorcha Mundial Presente». Así se hizo en Veracruz, Puebla y otras entidades.
La represión no se hizo esperar. Vino la cancelación de cuentas bancarias personales de algunos dirigentes estatales y la revisión fiscal de pequeñas empresas y negocios para el financiamiento del trabajo antorchista, sin la menor consecuencia. No había nada que ocultar. Seguramente alguien aconsejó al presidente que no le quedaba más que callar. Antorcha no maneja recursos de obras, no trabaja en lo “oscurito”, ni maneja dinero en maletas ni sobres amarillos.
¿Por qué si tenía pruebas no acusó legalmente al Movimiento Antorchista y su dirigencia de quedarse con los recursos de la gente? ¿Por qué liberaron las cuentas de los dirigentes sin dar ninguna explicación? Simplemente porque no tenía pruebas, ganas no le faltaban. Pero el pasado viernes nueve de agosto, en su mañanera volvió a la cargada acusando al Movimiento Antorchista de intervenir en los bloqueos de ejidatarios que reclaman el pago de sus tierras del Arco Norte y la autopista México-Puebla por más de 48 horas, provocando millonarias pérdidas económicas de las grandes empresas del transporte.
“El bloqueo de ejidatarios en la México-Puebla es un movimiento impulsado por una organización que ha operado en la zona de Santa Rita Tlahuapan, aseguró el presidente en su conferencia mañanera de Palacio Nacional. Es una zona donde antes Antorcha Campesina tenía mucho dominio, señaló. Y continuó: “Sin que haya espionaje, vamos a saber quiénes están detrás”, amenazó.
Vamos a determinar si los campesinos, que bloquean la autopista están ligados con la Antorcha Campesina, insistió, a pesar de que el asesor legal de los ejidatarios, Jorge Portillo, aseguró que los campesinos que bloquearon la carretera no tienen ningún vínculo con Antorcha. ¿Por qué si el presidente apenas va a investigar si alguien está detrás de los bloqueos, acusa anticipadamente ante la prensa a Antorcha Campesina? ¿Puede por ser el presidente, acusar y calumniar impunemente?
¿Qué motiva al presidente tratar con tanta irresponsabilidad al antorchismo? ¿Por qué tanta inquina, rabia y resentimiento del presidente? El fondo, no lo dudo, es que en una sociedad dividida en clases como la nuestra, López Obrador a pesar de autocalificarse “de izquierda”, con su discurso manipulador de “Primero los pobres”, es un vividor de la política que defiende a los dueños de los medios de producción, a los capitalistas que viven del trabajo de los productores directos, de la clase trabajadora.
AMLO envidioso y dueño de la verdad como se cree, no entiende ni acepta que mientras él creó un partido para enriquecerse personalmente, el Ing. Aquiles Córdova Morán creó al Movimiento Antorchista Nacional y trabaja en la formación de un partido, para lo contrario, para desenmascarar a los farsantes y defender a la clase trabajadora de sus explotadores.