Ninguna sorpresa causa a los queretanos, los resultados de un reciente estudio publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), donde se informa que la LX legislatura de Querétaro integrada por 25 diputados, 15 de ellos electos por mayoría relativa y 10 designados mediante representación proporcional, en el período 2021-2024.
Los diputados queretanos presentaron 372 iniciativas (Plaza de Armas, 12 de julio 2024), con las que apenas supera a legislaturas de otras entidades del país, como a la de Baja California que presentó 337, Yucatán 332 o la legislatura de nuestros vecinos de Guanajuato que presentaron 321, pero muy por abajo de la legislatura de Jalisco que presentó 3,401, Veracruz 2,315 y Nuevo León 1872.
Los resultados del estudio indican que con esa cantidad de iniciativas presentadas la actual legislatura integrada por la mayoría de diputados del Partido Acción Nacional, se ubica en el octavo lugar a nivel nacional con el menor rendimiento en cuanto a la presentación de iniciativas durante el período de 2021 a 2024.
De igual forma, el INEGI reportó que el Congreso Local de Querétaro es el que más presupuesto recibe a nivel nacional, 87.8 millones de pesos, de los cuales sólo el 2.6 por ciento se ocupan para salarios y remuneraciones mientras que el resto del dinero se va para otros gastos que nada tienen que ver con asistencia legislativa, gestión parlamentaria y atención ciudadana; este presupuesto equivale al 23.9 por ciento del total nacional, 367 millones de pesos.
Entre las atribuciones de los legisladores se lee, por ejemplo: legislar en las materias que no sean de la competencia exclusiva de la federación; decretar las contribuciones necesarias para cubrir los gastos de la entidad y los municipios; aprobar el presupuesto anual, fiscalizar el gasto público estatal. Y entre otras muchas más, son atribuciones suyas, ejercer ante el Congreso de la Unión el derecho de iniciativa de leyes; aprobar las reformas a la Constitución Federal aprobadas previamente por el Congreso de la Unión, etcétera.
Llama la atención que el INEGI ubique a la LX legislatura en el octavo lugar nacional, indicador que al parecer no es bueno, pero creo que lo que debe importar y considerarse para juzgar y evaluar el trabajo de los diputados queretanos, debería ser cuantas y cuáles de las iniciativas presentadas contribuyen a la gobernabilidad, y sobre todo, qué tanto benefician verdaderamente a los distintos sectores de la población.
De lo que sí no hay duda es del principio de que en una sociedad dividida en clases como la nuestra, es ley no escrita que quien tiene el poder económico, tiene el poder político para seguirse enriqueciendo. Y la gran mayoría de los diputados, por no decir que todos, no están allí por méritos propios, por su brillantez y su inteligencia, no ocupan un lugar en el congreso para legislar por la justicia, en beneficio de la población, sino que son resultado de las negociaciones de grupos de poder.
La mayoría están allí como levanta dedos por designación del poder, para aprobar los decretos que a los gobiernos les conviene, las contribuciones que debe aportar el pueblo a pesar de sus bajos salarios. Están allí para mantener el poder del estado, para aprobar cuánto y cómo deben gastar esos impuestos, y aprobar las propuestas de nuevas leyes o reformas propuestas desde el gobierno federal.
Y claro, a cambio del servicio prestado a los poderosos, como premio, reciben altos salarios salidos también del trabajo del pueblo. De allí que, haciendo poco o nada, la actual legislatura ha gastado más de 87.8 millones de pesos, de los que sólo una pequeña parte corresponde a sus salarios y el resto lo hayan usado en gastos que nada tienen que ver con el trabajo legislativo.
Así se explica que 17 de los 25 diputados de la LX Legislatura hayan intentado reelegirse el pasado dos de junio por segunda, tercera y hasta cuarta vez consecutiva, sin renunciar al cargo y cobrando al mismo tiempo, por arriba de los 75 mil pesos mensuales, como Antonio Zapata Guerrero y Leticia Rubio Montes.