Cristina Rosas Illiescas
Para el partido gobernante en Querétaro, Acción Nacional (PAN), inició la cuenta regresiva para perder o ganar los municipios que en la pasada contienda electoral del 2 de junio no retuvo ante los partidos de Morena, Verde Ecologista y Movimiento Ciudadano. Tres años tendrán los electores para analizar con cuidado quién será el próximo gobernador del Estado.
A la pregunta de, ¿por qué perdió el PAN en Querétaro? La respuesta es contundente: quién inclinó la balaza en su propia contra al momento de acudir a las urnas, fue el alejamiento del gobierno panista que, hay que decirlo, encabeza el empresario Mauricio Kuri, hacia la población, sobre todo de la más necesitada, y consecuentemente el hartazgo de los queretanos contra todo lo que suene a este partido. La gente ya se hartó de los mismos y de lo mismo.
La nueva legislatura local, que cuenta con 25 curules, la mayoría serán ocupardas por la Alianza Juntos Haremos Historia, integrada por Morena, Verderde Ecologista de México y PT con 14; la Alianza PAN-PRI-PRD, con 10 y una para Movimiento Ciudadano (MC).
De los 18 municipio del Estado, siete seguirán gobernados por el PAN: Querétaro capital, El Marqués, Corregidora, Huimilpan, Peñamiller, Pinal de Amoles y San Juan del Río. El PRI, venido a menos logró 2 presidencias: Arroyo Seco y Landa de Matamoros, mientras que Movimiento Ciudadano alcanzó 2 alcaldías: Colón y Amealco, y Morena 4: Cadereyta, Tequisquiapan, Pedro Escobedo Ezequiel Montes. El Verde Ecologista 2: San Joaquín y Tolimán, además de un candidato Independiente: Jalpan de Serra, en la Sierra Gorda del Estado.
Ante esta realidad y el sentir de la población nada descartable es que en 2027 la situación nuevamente cambie de forma, pues son más los indicadores negativos contra el panismo, que positivos. Por ejemplo, la gente de los pueblos y colonias sigue padeciendo la falta de agua pese a los grandes volúmenes que se traen del Río Moctezuma a través del Acueducto II.
La solución del gobierno de llevarles agua por medio de pipas de agua es inviable, no resuelve el problema. El gobierno estatal, como dicen los campesinos “no toma el toro por los cuernos” pues las necesidades de la población no le importan: transportar el agua así es muy costoso, las distancias son largas y la cantidad de pipas es insuficiente y para rematar, muchas son viejas y se descomponen.
Repartir mangueras negras para que los campesinos bombeen agua hasta un depósito de 20 mil litros para tres o cuatro comunidades, con 45 litros por perssona según la reciente ley aprobada por el Congreso local, una vez por semana o al mes, como se hace en Tolimán, Colón, Pinal de Amoles, Jalpan y la zona alta de Cadereyta, o el cobro de 40 mil pesos por contrato de agua es inaudito.
Excepto el Paseo 5 de Febrero y la construcción de las instalaciones de la Policía Estatal, la ejecución de obras de infraestructura básica está totalmente paralizada. No hay aulas, escuelas, urbanización de calles, pavimento de caminos, drenajes, nada, en absoluto, el panorama en un estado que se presume de los mejores del país no se corresponde con la realidad.
Someter a la gente con grupos de personas pagadas con pequeñas dádivas o con “puestecillos” de ínfima categoría como sucede con sus “supercomités” en Corregidora, para que respalden a los presidentes munícipales panistas, e intimidar a quienes no coinciden con sus prácticas, como sucede en Corregidora, ya están más vistos que un conejo en la chistera de los antiguos magos ambulantes, teniendo efectos contrarios a los propuestos, pues más enojan a la población.
En fin, muchos son los pendientes del panismo, y si no se resuelven con el objetivo de mejorar verdaderamente las condiciones de vida de los queretanos, no se extrañen y culpen a los ciudadanos si en la próxima elección votan por otras opciones políticas pues ya no están dispuestos a seguir siendo además de burlados, apaleados.