Algunos militantes y dirigentes de Acción Nacional convencidos del ideario, reconocen que el poder desgasta.
Saben que el hartazgo ciudadano con el priato los llevó a Casa de la Corregidora.
Que el desgaste, frivolidad, desaciertos y soberbia de Francisco Garrido abrieron las puertas a José Calzada Rovirosa.
Entregar las decisiones fundamentales al imberbe grupo de Pepe Boys y no entender que regresaron a gobernar por el hartazgo ciudadano, también los cegó.
Si bien es cierto conservan las llaves de la principal casona, a pocos meses de iniciado el sexenio ya registran el desgaste propio del ejercicio y del poder y las ambiciones sin freno.
Además de la inexperiencia y las disputas por el control del partido en las alturas.
Sin una Leonor Mejía que pueda tomar el control de la dirigencia estatal, sin las familias custodias -o ya desdibujadas por la ambición de los herederos- y con los duros que se volvieron suavecitos como el pan Bimbo, parece que Morena superó el noviciado y se afirma como fuerza competitiva para el 24.
Contra viento y marea, Mauricio Ruiz Oláes consolida su liderazgo al interior.
Ajeno al fracaso electoral de su partido en el 21 -no tuvo injerencia en candidatura alguna; los recursos venidos del CEN no pasaron por arcas locales, etcétera- ha quitado cascajo de las ruinas morenas y sienta bases para nuevos cimientos y muros.
Morena es un partido en movimiento, rescatando sus orígenes e ideales.
Cómo lo fue a inicios de este siglo AN.
Cierto. Hay resistencias internas, pero ya detectadas y en diálogo permanente con ellas.
Después de la derrota de Celia Maya y la pérdida de posiciones, no hay semana en que Morena no tenga actividades.
Salvo dos o -exagero- tres liderazgos, todos se han unido a Mauricio Ruiz.
Ya les comen las ansias por inaugurar su nueva sede.
Ya Los Padrinos quieren ver el edificio que quizá nunca soñaron.
Eso es al interior.
Al exterior preocupa que platos de lentejas y asnos con la botarga de Loret de Mola no contienen a Morena.
El partido de AMLO les lleva la delantera.
Cinco o seis espaldas que se inclinaron al mejor postor, hicieron conocido a Mauricio Ruiz Oláes fuera del partido a nivel nacional.
Los morenos lo conocen, pues presidió a legisladores locales a favor de la 4T.
Estará de pronóstico el agarrón entre azules y guindas para el 24.