La propuesta del gobernador Mauricio Kuri González de reemplacar vehículos queretanos agitó las tranquilas agua en que inició su mandato.
Aprobada por unanimidad en la Legislatura, la Ley de Ingresos del 22 contempla el canje de placas y una recaudación de varios millones de pesos.
Luego de más de un año sin crecimiento económico, perdida de empleos y una inflación de casi ocho puntos, la ciudadanía queretana expresa su descontento con la medida, en redes sociales.
Se espera un enero agitado.
Más allá de la intención, y necesidad, de contar con un registro vehicular confiable, está la ambición recaudatoria.
Además del abuso en el cobro del trámite.
Con razón de sobra, propietarios de vehículos, y queretanos en general nos preguntamos ¿si Kuri recibió finanzas sanas, para qué lastimar el bolsillo de las personas?
Ya se preparan sendas protestas por la intención gubernamental, que si bien puede ser necesaria y justificada en términos de seguridad, es un abuso en el cobro.
Ingenua es la respuesta de quienes llegaron a la Legislatura bajo las siglas de Morena, respecto a su voto a favor de está medida hace casi un mes.
Tibio el posicionamiento de la oposición ante el abuso gubernamental y ante la inmovilidad, surgen liderazgos que desarticuladamente llaman a movilizaciones que no presagian nada bueno para mantener la paz social y la gobernabilidad.
Cierto que en otras entidades, unas gobernadas por Morena, se aplica la medida, pero no hay comparación en el costo.
Si bien Mauricio Kuri González es carismático y llegó con altos niveles de aceptación, le falta sensibilidad política.
No es lo mismo administrar negocios, donde la meta es generar ingresos, que eficientar los recursos públicos, por más magros que sean.
Ya también asoman la cabeza oportunistas y vividores que medran con la inconformidad y resentimiento social.
Veremos cómo se da la competencia entre un empresario metido a político y los industriales de la inconformidad.