Estamos cerrando el 2020, un año difíci. Y como se acostumbra por estas fechas, articulistas, analistas, sesudos pensadores nos entregan sus reflexiones sobre lo acontecido este año casi en extinción; seguramente ya habrá leído varios de ellas, así que hay poco que comentar.
Sin embargo, quisiera detenerme en algunos puntos, que a mi parecer, han sido los más significativos, y representan un reto para el venidero 2021.
Seguramente este año será recordado por la pandemia que afectó a toda la humanidad, a más de 38 millones de personas, causando la muerte, hasta el momento, de casi millón de medio de hombres y mujeres, de diferentes edades, posición social, religión, ocupación, sin distingo alguno.
Sus efectos perniciosos se dejaron sentir brutalmente en la economía de las naciones, que para frenar el contagio frenó muchas actividades económicas. Salvo China, todos los países, enfrentan severas contracciones del Producto Interno Bruto, (PIB).
Para intentar solucionar ambos retos, pandemia y economía, no se aplicó una receta única, cada país los enfrenta con diverso éxito. Algunos apoyados en enérgicas medidas, otros con excesiva tolerancia social con mayores o menos recursos.
Los resultados ahí están, hay naciones que con severas medidas de confinamiento que han logrado contener la ola de contagios y solo reportan bajos números de infectados, en tanto las que relajaron las medidas se encuentran en una creciente ola de rebrotes que amenazan colapsar sus estructura médicas.
En lo económico, los países que han apoyado de forma extensiva a los trabajadores con recursos económicos y a las empresas con medidas fiscales y crediticias son las que avizoran menos daño y mayores posibilidades de recuperación a mediano plazo. Otras han dejado al garete a trabajadores y empresas y las economías son de mayor contracción y sin horizontes de pronta recuperación.
En ambos casos, pandemia y economía, México se encuentra entre los más afectados.
Estos problemas representan un serio reto para el 2021; para vencer la pandemia se ha apostado a la vacuna, pero surgen serias dudas en la capacidad del sistema de salud para vacunar a la población objetivo en corto plazo. Dudas surgidas por el desabasto de medicinas e insumos que se dieron a lo largo del año; en el mejor de los casos plantean concluir el mes de junio del año entrante ¿y mientras?
La ya debilitada economía mexicana no podrá salir airosa si es forzada a entrar en paro por un largo periodo, aunque sea parcial.
Se requiere una profunda revisión a las políticas económicas para la pandemia.
Se necesita un rediseño en las políticas económicas, porque la contracción de la economía mexicana ya venía antes de la pandemia y las causas estructurales y de coyuntura no cambian.
Quedan otros pendientes: la inseguridad es un reto no resuelto. El número de muertos por la delincuencia señala una tenencia al alza.
Algo similar sucede con los feminicidios que han crecido sin freno y las protestas se extienden a otros ámbitos de la geografía nacional.
2021 será un año electoral y desde ya los ánimos están crispados. Hay una evidente polarización entre quienes apoya la cuarta transformación y quienes la ven como un peligro para el país.
En ese clima se efectuarán elecciones para gobernadores, diputados federales, diputados locales y presidentes municipales.
Del resultado de ese proceso electoral dependerá en gran medida el futuro de la vida democrática de la nación.
En Estados Unidos en enero tomara la estafeta presidencial Joe Biden. No está por demás recordar la importancia de las relaciones con la nación más poderosa del mundo, nuestro principal socio comercial, con quien compartimos tres mil kilómetros de frontera.
Cualquier viraje en la política exterior de nuestro vecino impacta en la economía nacional. Aún cuando subsiste el tratado de comercio de la zona norte firmado con ellos y Canadá, hay en la agenda puntos de difícil trato: la migración y el tráfico de enervantes pueden ser los más ariscos.
Quedan en el tintero otros temas, pero no quiero agotar su paciencia.
Deseo para el 2021 todo género de buenaventuras y de salud, que sea para el recuentro con aquellos que dejamos de ver.