La diputada Karina Careaga acompañada del Dr. Marco Antonio Alcocer Gamba, Presidente de la Sociedad Mexicana de Cardiología y de la Dra. Irma Quintanilla González, Presidenta del Colegio Médico de Querétaro, presentó el día de hoy la “Ley de Cardio protección para el Estado de Querétaro”.
El documento ingresado a la Oficialía de partes señala que el 11.6 por ciento del total de las muertes que ocurren en Querétaro, son por infarto agudo al miocardio; y un tercio de los pacientes muere en las primeras 24 horas después del inicio del dolor.
Previo a la presentación oficial de la iniciativa, la legisladora estuvo acompañada de especialistas médicos en la materia y expuso -en rueda de prensa digital- los motivos y justificación de este proyecto legislativo, cediendo la palabra a quien le acompañó a la misma.
En su intervención, la Dra. Irma Quintanilla González, presidenta del Colegio Médico de Querétaro, dijo que esta iniciativa coloca a Querétaro en un lugar importante y agradeció a la legisladora por presentar este proyecto y sumar al estado como espacio cardio protegido.
Posteriormente el Dr. Marco Antonio Alcocer Gamba, Presidente de la Sociedad Mexicana de Cardiología, dijo que existe la posibilidad de que una persona presente una fibrilación ventricular o taquicardia ventricular u otra patología que requiera ser atendida de forma inmediata con un desfibrilador automático externo, que tiene como objetivo principal salvar una vida y, dado que es una obligación del Estado la protección de la salud de sus ciudadanos, es indispensable llevar a cabo todos aquellos actos que logren prevenir problemas de salud, siendo este un factor primordial para salvar vidas cuando éstas se encuentran en peligro a consecuencia de una patología que requiera uso inmediato de un desfibrilador automático externo.
Al abundar sobre el tema, la diputada presidenta de la Comisión de Salud, Karina Careaga, dijo que la importancia es que en espacios como centros comerciales, centrales de autobuses, aeropuertos actualmente no existe este tipo de dispositivo, por lo que la probabilidad de muerte súbita por una fibrilación ventricular es de 1 por cada 1000 casos.